Tierra sin pan, ¿obra artística surrealista o panfleto liberal-proletarista?
Introducción.- La reciente publicación del magnifico libro “Los años rojos de Luis Buñuel”, de Román Gubern y Paul Hammond, Editorial Cátedra, es un auténtico ejemplo de análisis histórico riguroso, muy documentado, con 420 páginas de escasas o mínimas valoraciones personales, claramente orientado hacia la búsqueda de la verdad en los hechos. Este hecho da pie para actualizar nuestra visión de este famoso “documental” realizado en 1932, en Las Hurdes, Extremadura, aunque la produccion in situ (Paris) duro desde el 23 de abril de 1933 al 22 de mayo de ese mismo año. Advertir que no es precisamente un texto de “crítica” a Buñuel y su pasado izquierdista, pero hay en él tal abundancia de hechos probados que despejan, por sí mismos, cualquier duda sobre las motivaciones ideológicas, políticas y artísticas que llevaron a Buñuel a la realización de este film.
Los autores le dedican a esta cuestión, exclusivamente, todo un capítulo del libro, titulado “Desde Las Hurdes hasta Tierra sin pan”, lo cual es bastante indicativo de la importancia de este documento en su trayectoria intelectual y política.
La primera cuestión que hay que señalar es la razón o el interés de Buñuel por esta comarca. Las Hurdes constituyen una región montañosa y agreste de la provincia de Cáceres, vecina de Portugal, con unos cincuenta núcleos de población, y curiosamente ha ocupado un espacio singular en la configuración de la llamada Novela de España, es decir, la idea que se construye sobre la sociedad rural popular, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, como magníficamente ha estudiado Javier Varela. Ya Lope de Vega se refirió a esta comarca en 1614, con la comedia Las Batuecas del Duque de Alba, en alusión a su propiedad por tal ducado, ejemplo de feudalismo. Existían crónicas de viajeros visitantes de Las Hurdes tan antiguas como la del francés barón de Bourgoing en Nouveau voyage en Espagne, en 1798. En 1909 un tal Blanco Belmonte, acompañado de un fotógrafo llamado Venancio viajaron por la zona, publicando el reportaje Por la España desconocida: La Alberca, Las Hurdes, Las Batuecas y Peña de Francia. Libro que precisamente interesó a uno de los principales representantes de la Generación del 98, Unamuno, que la visita en 1913. En 1922, El Ministerio del Interior crea una Comisión de estudio de Las Hurdes, formada entre otros, por Gregorio Marañón, bajo el impulso regeneracionista de la Generación del 14, de Ortega y Gasset. Ese mismo año, el propio Alfonso XIII visita Las Hurdes, con gran cobertura mediática, repitiéndolo en 1930, para mejora su imagen pública y desviar la atención de la humillación del ejército colonial en Marruecos, en la batalla de Annual y el desplome de la dictadura de Primo de Rivera. Es decir, que esta comarca venía ya siendo considerada el ejemplo de la España profunda, atrasada, etc., que todos deseaban cambiar, modernizar, liberalizar, desde la monarquía regeneracionista, hasta los rojos proletaristas, después.
La segunda cuestión, se refiere a las influencias documentales en Buñuel, en particular aquellas que vienen de Legendre, verdadera autoridad en la materia, de tal suerte, que acompañó incluso a Unamuno en su visita a Las Hurdes en 1913. En 1927 publica su estudio científico sobre Las Hurdes: Las Jurdes. Étude de géographie humaine. Edición reciente en castellano: Las Hurdes. Estudio de geografía humana, Madrid, Editorial Regional de Extremadura, 2006. Fue Secretario de la Casa de Velázquez de Madrid…