El VII Encuentro RI (Revolución Integral) ha sido efectuado con éxito. Ha habido una asistencia aceptable, los debates han sido intensos y fructíferos, el grupo de acogida ha funcionado maravillosamente bien y la comida ha sido excelente. Todo ello se lo tenemos que agradecer, en última instancia, al excelente hacer del grupo de Cataluña de la RI, que es quien lo ha organizado este año.

Lo más significativo ha estado en el debate de las Bases de la Revolución Integral, o manifiesto del movimiento RI. Este texto, en el Encuentro, ha quedad pergeñado y en un tiempo razonable será terminado y editado por el equipo de trabajo que se encarga de él.  A partir de su edición y difusión el movimiento RI entrará en una fase nueva, de afirmación, neta diferenciación de todas las propuestas institucionalista y “alternativas”, expansión asociativa y presencia en las movilizaciones sociales.

A mi me correspondió presentar el Manual de la RI, aún sin terminar, aunque ya muy avanzado. Las intervenciones fueron numerosas, y tomé nota de lo que se proponía para incorporarlo al texto. Me resultaron especialmente interesantes las aportaciones al capítulo sobre la juventud y la revolución, así como al apartado destinado al programa de transición.

Estuvimos mayoritariamente de acuerdo en que ahora se trata de presentar con nitidez y claridad el ideario y programa RI, superando la confusión y ambigüedad actuales, diferenciándolos de todas las formulaciones integracionistas y conformistas, a las que vamos a ir realizando ajustadas y severas críticas en un futuro inmediato.

Hubo, además, una intervención sobre economía contemporánea de notable enjundia, a cargo de un amigo catalán.

En los meses inmediatos, además de editar y difundir las Bases y el Manual, vamos a impulsar el componente asociativo y organizativo de la RI, a través del bloque estudiar/aplicar/difundir/asociar. Invito, por ello, a las personas interesadas en la transformación radical de la sociedad y del ser humano que se unan a nuestro movimiento. Ahora es un tiempo óptimo para hacerlo[1].

Estamos en una sociedad muerta, que se ahoga asfixiada por las docenas de contradicciones antagónicas que la demente voluntad de poder totalitario de sus élites ha ido anudando, una sociedad que avanza irracionalmente hacia su liquidación. Los demás movimientos y agrupaciones no “ven” esta decisiva cuestión, la más importante de todas, por lo que siguen jugando a ofrecer micro reformas, perfectamente inútiles e imposibles, para problemas de segundo o tercer orden, mientras lo decisivo queda desatendido. Pero el movimiento RI sí tiene en cuenta la realidad y por ello ofrece el ideario y programa adecuado para convertir el apocalipsis por exceso de poder de unas minorías en revolución.

No basta con tener razón, hay que organizar con inteligencia y moral de victoria la acción transformadora, para llegar a ser un movimiento dinámico y activo que influya decisivamente en la sociedad, que atraiga a las personas más conscientes, morales y valientes a la autoformación y formación, a la acción comunicativa, al compromiso, al riesgo, a la pelea, a la épica personal y colectiva.

[1] Remito, para este asunto, al artículo “Mi Propuesta”, también en esta página.