Respuesta a “El giro Escatológico”

Se ha difundido desde hace un tiempo un texto en el cual se ataca a la persona de Félix Rodrigo Mora: “El giro escatológico. La reacción en la crítica de Félix Rodrigo Mora”. En este texto se establecen una serie de puntos de los cuales se puede, según los autores, concluir que Félix es un “reprimido reaccionario que odia por igual a islámicos, gays, lesbianas, anarquistas, mujeres, negros, feministas, etcétera”. Para cualquier persona que conozca un mínimo el trabajo de Félix, este texto es simplemente ridículo, se observa a simple vista que no es más que un panfleto cargado de odio, dirigido a difamar y calumniar sobre su persona y no a discutir sobre sus ideas, que es donde la crítica, desde unos parámetros de respeto, ha de ir dirigida.

Por eso, en un primer momento, parece oportuno simplemente ignorar textos de este tipo, pero pensando en el daño que puede causar a la persona que no conozca la obra de Félix de primera mano y que al caer en sus manos “El giro escatológico” pueda hacerse una idea totalmente falseada sobre los postulados del autor, elaboraremos una respuesta en la que mostrar la manipulación que los autores de la crítica han pretendido realizar.

No vamos a entrar en este texto a valorar si las opiniones de Félix respecto a ciertos temas son acertadas o no, sino que remitimos al lector a la obra de Félix y animamos a que de primera mano, sin dejarse influenciar por unos o por otros, y procurando (siempre) evitar los lastres del dogmatismo, juzgue por sí mismo. Pero, por un simple amor por la verdad, vamos a intentar señalar aquí porque los diversos juicios que se hacen sobre Félix Rodrigo Mora son falsos. Enumeraremos a continuación los distintos puntos en que el “El giro escatológico” divide su crítica y para rebatir los juicios que se hacen acudiremos directamente a la obra de Félix, donde con extractos directos se verá la falsedad de los juicios que se hacen sobre él.

Primer punto:

En el primer apartado, que tras la introducción encontramos en el “El giro escatológico”, se tacha a Félix de homófobo. Para ello los autores se valen de ciertos extractos sacados de un artículo en que el autor hace una reseña y reflexiona entorno al libro “La Conspiración del Movimiento Gay”. Apoteosis de la Guerra de los sexos”2. Como hemos dicho, no vamos a juzgar aquí lo acertado o no de las reflexiones e ideas de Félix Rodrigo Mora, sino que vamos con unos simples extractos del texto a desmontar la idea que los autores de la crítica han elaborado. En primer lugar, es oportuno señalar que en ninguno de los extractos de

texto que el “El giro escatológico” muestra Félix una condena, margina o muestra un ápice de odio o desprecio hacia la homosexualidad, pero por si alguna duda queda, vamos a ver las partes del artículo que los autores de la crítica ocultan en su texto:

“Terminada la exposición de lo más notable del libro paso a explicar mi ideario, en buena medida diferenciado del preconizado por el texto que analizamos.

Lesbianas y homosexuales tienen, como exige la justicia natural, toda la legitimidad para vivir su afectividad y sexualidad con plena libertad, sin sufrir ninguna discriminación o marginación. Si desean contraer matrimonio en vez de quedarse en el amor libre deben poder hacerlo sin limitaciones.

Hay que terminar con lo que queda de homofobia y se debe condenar con fuerza la persecución criminal que los gays padecen en la mayoría de los países islámicos, los sometidos al fascismo clerical, en el África negra (aquí el racismo antiblanco, ahora en ascenso, arguye que el lesbianismo y la homosexualidad son “vicios” introducidos por los blancos, por tanto perseguibles) y en varios de Latinoamérica, Cuba “socialista” también. El odio irracional de las elites clericales de varias religiones contra la homosexualidad y el lesbianismo ha de desaparecer.

Las personas de orientación heterosexual, mujeres y varones, tenemos que contemplar con gran afecto y simpatía a lesbianas y homosexuales, considerándolos ante todo como seres humanos. Con ellas y ellos no cabe discriminación negativa. Tampoco discriminación positiva, sólo igualdad rigurosa.”3

Deja claro este fragmento citado, íntegra y directamente, sin ningún tipo de manipulación, que el autor se posiciona contra la homofobia. Nada más queda entonces que decir, pero citaremos una parte del mismo polémico texto en la cual Félix Rodrigo Mora vuelve a reiterar su posición frente a la libertad de sexualidad:

Los seres humanos han de poder escoger y vivir lo libidinal de manera razonablemente libre, sin estar sometidos a campañas de aleccionamiento, manipulación, orientación coercitiva desde arriba o ingeniería social. Cada cual ha de escoger qué sexo prefiere, hetero u homo, con libertad. Hay que rechazar toda forma de biopolítica, de injerencia del Estado o las religiones en la vida sexual de las personas, sea en una dirección o en otra. ”4

Todo lo citado lo encontramos en el mismo artículo que los autores del “El giro escatológico” usan para criticarlo, así que es difícil de entender que hayan pasado por alto tales muestras de respeto hacia los homosexuales y en pro de la libertad sexual.

Creemos con esto que queda demostrado la falacia en la que los autores de “El giro escatológico” caen al tachar a Rodrigo Mora de homófobo o enemigo de cualquier opción sexual, pero para terminar la respuesta a la primera crítica del panfleto tomaremos otra cita de Félix:

En este punto se observa bien la ruptura existente entre el derecho del Estado y el derecho consuetudinario popular, elaborado y hecho cumplir por la asamblea concejil, lo que significa que fue el auge del ente estatal lo que ocasionó la represión del sexo homosexual, cuya práctica es atributo inexcusable de una sociedad libre”5

Punto segundo:

En el segundo apartado de “El giro escatológico” se vierte sobre Rodrigo Mora la acusación de racismo. Para esta acusación se sirven de dos artículos del autor, “Negros, mujeres y militarismo en EEUU” y “El “antirracismo” religión política (I)”. Si tras leer lo que se dice en “El giro escatológico” uno decidiera acudir al segundo de los textos citados se sorprendería al encontrar entre las primeras frases lo siguiente:

“Uno de sus elementos más preocupantes es la persistencia del racismo anti- negro al mismo tiempo que el ascenso vertiginoso del racismo anti-blanco.”6

Nos encontramos entonces que, nada más comenzar la lectura  del texto, las ideas de Félix Rodrigo Mora se contradicen totalmente con la visión que los autores de “El giro escatológico” quieren dar sobre él. Por lo tanto, vemos que los presupuestos de los que parten los críticos ya están falseados al ignorar la realidad desde un principio.

Quizá lo que los autores del panfleto crítico no entienden es que Rodrigo Mora repudia y se posiciona en contra del racismo en cualquiera de sus formas, va más allá del anti-racismo institucionalizado y políticamente correcto, para denunciar cualquier discriminación étnica y cualquier victimización. Así tenemos que denuncia a Abd al-Rahman III porque este “era un racista antinegro furibundo”7. Y denuncia la colaboración de personas negras en la trata de esclavos, tanto como la participación de las personas blancas.

Según lo expuesto, no solo no se puede tachar de racista a Félix, sino que su antiracismo es completo y total, pues critica la utilización de las minorías históricamente marginadas para su utilización al servicio del sistema. En su lucha contra la discriminación, Rodriga Mora se ocupa incluso de criticar las formas de racismo e injusticias que hoy son olvidadas por la mayoría del antiracismo:

“Quienes comenzaron la trata de esclavos fueron los musulmanes norteafricanos y europeos. Al-Andalus, ya desde el siglo IX, traía regularmente a la península Ibérica grandes contingentes de esclavos negros”8

Y es que el problema es el pensamiento fácil y el dogmatismo. Para los autores de “El giro escatológico” solo existe un racismo, el de los blancos contra los negros, Félix va más allá y denuncia el racismo contra cualquier etnia y la utilización del antiracismo como arma del sistema.

Punto tercero:

En este punto se acusa a Rodrigo Mora de ser un antifeminsita y misógino. Esta acusación se debe a las críticas que Félix hace al feminismo, otro tema que no es políticamente correcto tratar para los autores de “El giro escatológico”. A continuación vamos a desarrollar porque se equivocan los autores al calificarlo como antifeminista  y mucho más al calificarlo como misógino.

Si bien es verdad que Félix se ha mostrado muy crítico con el feminismo, esencialmente con el de Estado, sin embargo, podemos encontrar en varias ocasiones que no hace una generalización total de éste y que tiene una actitud de diálogo ante el:

“En consecuencia, el feminismo (con algunas escasas excepciones, muy valiosas y respetables por lo demás) en su actual forma, como feminismo imperial, […]”9 Finalmente diré que, a pesar de las críticas que se vierten aquí al feminismo, vería con agrado que  al menos una fracción evolucionase hacia posiciones revolucionarias,    no   androfóbicas,   hostiles  al     Estado y anticapitalistas, asentadas en la idea de mujer integral que se hace cargo, en el pensamiento y en  la  acción,  del  todo  finito  de  la  condición  y  existencia  humana.  Con  él cooperaría con gusto. ”10

El tacharlo de misógino es uno de los grandes desmanes que se cometen en “El giro escatológico” las referencias a la liberación de la mujer en toda su obra son incontables y si precisamente se manifiesta contrario al feminismo, es porque considera que no contribuye a la liberación de la mujer, sino que la somete a nuevas formas de opresión.

Si hay dos cuestiones de vital importancia en la obra de Félix son la crítica al liberalismo y la reivindicación de la sociedad popular rural tradicional como una sociedad de la que podemos aprender mucho. Y es aquí donde el tema de la liberación de la mujer toma una especial relevancia en la obra de Félix pues uno de los muchos aspectos por los que el régimen liberal es criticado es por la posición de éste hacia la mujer:

“Es, precisamente la revolución liberal la que al retornar al derecho romano justinianeo reintroduce la figura del paterfamilias y somete a la mujer a la

<<potestad marital >> recreando la familia patriarcal del mundo antiguo […]”11

“La meta popular era frenar el ascenso del liberalismo, […] en la oposición a la instauración de la familia patriarcal por el Estado, que culminó con la promulgación del Código Civil de 1889 […]”12

“Prim, atormentador y victimario a gran escala de esclavos negros en Puerto Rico y autor después de lo que se ha venido en llamar, en un alarde de estulticia y misoginia (la Constitución de 1869 otorga el sufragio universal a los varones, pero no a las mujeres), “sexenio democrático” […]13

Como se ve, la misoginia se encuentra en el liberalismo y no en Rodrigo Mora quien critica a éste, en multitud de ocasiones, y como hemos visto entre estas críticas, está la de ser un régimen sexista que impone el patriarcado.

El mundo popular rural tradicional es de gran importancia en el conjunto de la obra de Félix y si algo ha mostrado el autor es que tenemos mucho que aprender de éste. Entre los aspectos positivos que Félix destaca de esta sociedad es que la dignidad y libertad de la mujer alcanzaba cotas mucho más altas que en la actual. Podemos encontrar, por ello, una contraposición con el liberalismo, como se ha podido ver en alguna de las citas anteriores. y una puesta en relieve de esta libertad de la mujer:

“[…] la obra citada de V. Lucea, certifica la amplia libertad y mismidad que poseían las mujeres en la sociedad rural tradicional”14

“Un factor más de indudable importancia que da cuenta de la enorme significación de la mujer entre los pueblos libres del norte en el Medioevo resulta de la reacción contra el poder estatal de Al- Andalus, que la consideraba no sólo como un ser de inferior e ínfima  condición sino también como una simple mercancía de primordial valor para su economía”15

“Todo ello, en especial la ausencia de libertad y la falta de respeto por el ser humano, en particular por la mujer, tratada como mera cosa, explican el atraso de Al-Andalus en las cuestiones más básicas así como su derrota final.”

Estas dos última citas están sacadas de “Tiempo, Historia y sublimidad en el románico rural” libro en el cual el papel de la mujer tiene una posición clave, pues Rodrigo Mora muestra le presencia de la mujer en el arte románico, en la sociedad medieval del momento e incluso hay un apartado exclusivo dedicado a “Las mujeres contra el Estado andalusí y sus repercusiones en el arte románico”. En todas estas referencias a la mujer vemos un profundo rechazo a cualquier tipo de discriminación o minusvaloración del sexo femenino como se ve en el fragmento ya citado.

Como hemos visto, se podrá estar de acuerdo o no con la crítica al feminismo de Félix Rodrigo Mora, pero pretender sacar por ello la conclusión de que en su pensamiento hay algún tipo de idea que defienda la marginación, opresión o supeditación de un sexo respecto al otro es pretender manipular aspectos fundamentales del pensamiento de Rodrigo Mora para atacarlo falazmente, como se ha hecho en “El giro escatológico”. Quizá sea el cegamiento del pensamiento único el que lleva a que para algunos no pueda plantearse una liberación de la mujer que no sea desde la perspectiva feminista estatista.

Punto cuatro:

Es notablemente curioso que quienes durante todo el texto han mostrado numerosas formas de desprecio hacia los elementos y el sentimiento religioso, se presenten ahora como los defensores del Islam y critiquen a Félix por las opiniones que expresa sobre este. Félix realiza varias veces en su obra una crítica al Islam, desde varios puntos de vista: desde el fenómeno de los países islámicos que hoy se están convirtiendo en los aliados de las potencias occidentales para la dominación y lucha de poderes, por la homofobia y marginación hacia las mujeres que estos países realizan y, otro punto importante es también, su crítica al fenómeno estatal islámico medieval.

Comenzaremos mostrando el total respeto de Rodrigo Mora a cualquier sentimiento religioso, algo de lo que los autores de “El giro escatológico” carecen totalmente, según vemos en su panfleto.

Para hacerlo el pueblo, sea ateo o religioso, sea católico, judío, budista, musulmán o de cualquier otra fe, tiene que unirse para instaurar una sociedad libre, autogobernada y autogestionada, sin ente estatal ni clase empresarial, donde la libertad de conciencia sea real y nadie sea forzado, violentado o manipulado para creer o dejar de creer”16.

“La crítica de las religiones ha de hacerse con argumentos y no por la fuerza, con la aportación de elementos persuasivos no con la visceralidad y el aborrecimiento patológico. La libertad religiosa ha de ser respetada en todas las circunstancias.”17

Pretender argumentar que Félix odia cualquier persona por su condición  religiosa  es  una  manipulación  que  como  hemos  visto  se contradice con lo que él expone sobre la libertad religiosa, donde además nombra textualmente a los musulmanes como parte del pueblo que ha de unirse para instaurar una sociedad libre. Tenemos ejemplos de esto también en uno de sus libros donde recupera del olvido las revueltas contra el Estado islámico de la Península contra el cual “musulmanes, cristianos y judíos hermanados”18 luchaban.

Es curioso que los autores de “El giro escatológico”, al final de su exposición sobre el tema del Islam, en relación a Félix Rodrigo Mora, digan que éste “No aclara nunca a que se refiere cuando habla de Islam”. Si en vez de elaborar un trabajo para simplemente divertirse (como ellos llegan decir) hubieran realizado una investigación de verdad y en profundidad sobre la obra de Félix (sin la cual no es posible la crítica de valor), podrían haberse dado cuenta de a qué se refiere y qué aspectos del Islam se critican19.

Punto cinco:

Se defiende en este punto, por parte de los autores del panfleto, la idea de que Félix Rodrigo es un pensador anti-anarquista. A quien haya seguido mínimamente la trayectoria de Félix no puede más que sorprenderle esta afirmación, pues el eco y la acogida del escritor en el ambiente libertario han sido máximos y la disposición de este a colaborar con el movimiento siempre ha sido positiva.

Desde grupos autodenominados libertarios se le ha invitado y se le sigue invitando a dar charlas y se editan y distribuyen sus libros, por ello es ridículo que, desde “El giro escatológico”, se pretenda (a) hacer pensar al lector que Félix es un pensador enfrentado al movimiento libertario.

Comienza la exposición de este punto con los autores afirmando que “Los anarquistas cuestionamos todo, pero sobre todo cuestionamos a los autodenominados —o denominados por los demás— gurús, sabios, portavoces, voceros.” Este es el caso de muchos anarquistas, y es un comportamiento digno de imitar y admirar, pero como vamos a ver no es el caso de los autores de “El giro escatológico”.

Calificar a Félix de anti-anarquista se debe, según al texto, a las críticas que éste realiza a algunos pensadores anarquistas. En primer lugar, se deduce esta aversión al anarquismo de Félix por su crítica de la “La conquista del pan” de Kropotkin. Pero llegar a la conclusión -a la que los autores llegan- sobre Félix por el fragmento que citan es una muestra de su dogmatismo y de su desconocimiento de la obra de Rodrigo Mora. De su dogmatismo, decimos, porque para ellos Kropotkin no puede ser criticable, no se pueden discutir sus ideas, según parece, lo que entra en total contradicción con la exposición que ellos mismos hacen sobre sabios y gurús, para ellos su “gurú” Kropotkin no puede ser discutido, aunque la crítica que se hace no sea ni a su persona, ni al total de su obra.

Decíamos después, que denotan un gran desconocimiento de la obra de Félix, pues si bien es cierto que éste critica ciertas ideas del movimiento libertario, en otras partes (no escasas), loa a muchos pensadores que a lo largo de la historia se denominaron anarquistas. Sobre el mismo Kropotkin, tiene Félix palabras positivas sobre “El Apoyo Mutuo” el cual recomienda como “de benéfica lectura para quienes deseen curarse de estatolatría20; y mismamente “La conquista del Pan” es nombrada en otro de sus libros porque “loa las municipalidades libres, colectivistas y solidarias de los siglos X, XI y XII21.

Es de destacar la importancia que otro anarquista tiene en la obra y el pensamiento de Rodrigo Mora, Federico Urales. Este no sólo es nombrado laudatoriamente en varios de los libros de Félix22, sino que además, en la nota que encontramos en su Web, presenta a este anarquista ibérico como una de las figuras más influyentes en la formación de su pensamiento.

Son además muchos otros los anarquistas que son nombrados de forma positiva en la obra de Rodrigo Mora, entre ellos: Malatesta, Rudolf Rocker, Soledad Gustavo, Félix Martí Ibáñez, etc.

Para algunos (como los autores de “El giro escatológico”) lo que dijeran e hicieran ciertos anarquistas u organizaciones libertarias es palabra sagrada, un dogma irrefutable, y los actos anarquistas son la plenitud del Bien. Félix va más allá y estudia las ideas y los hechos, y crítica o alaba, según su valor y acierto, una postura de la cual creemos sería recomendable que tomara nota el movimiento libertario, pues sin ello, pocas posibilidades tendrá de avanzar y salir del siglo pasado, en el que, al parecer, se ha estancado.

Respecto a Stirner y Nietzsche es importante señalar, que aunque los autores de “El giro escatológico” los incluyen en este punto para tratar de calificar a Félix como anti-anarquista, ninguno de ellos se denominó nunca anarquista, y aunque es innegable que han influido en numerosos pensadores libertarios, creemos muy aventurado categorizarlos como anarquistas, más aún en el caso de Nietzsche que llegaba incluso a despreciar a éstos como los “perros anarquistas23. Por lo tanto, vemos errado el intentar enfrentar al anarquismo y a Rodrigo Mora por estos dos autores, pues ninguno fue anarquista y aún intentando entroncar a estos con el anarquismo individualista, no fueron pocos los anarquistas de inspiración socialista y colectivista que criticaron intensamente a las corrientes individualistas del anarquismo, no siendo por ello categorizados como “anti-anarquistas” ni mucho menos.

Queda claro, con todo esto, que la disparatada intención de los autores de “El giro escatológico” de denominar a Rodrigo Mora como anti- anarquista es un grave error insostenible. Primero, por la relación tan grande que éste tiene con el movimiento libertario y que ya hemos expuesto, y en segundo lugar, porque sus postulados son totalmente coincidentes con un anarquismo que tenga sus pilares en el rechazo al Estado, al capitalismo y a cualquier forma de explotación y opresión.

Puntualización final

Finalmente, aunque en “El giro escatológico” no se trata como un punto distinto, creemos importante señalar los numerosos ataques y desprecios que los autores lanzan al cristianismo a lo largo del texto y que rematan con una frase mediante la cual se descalifica a aquellos a los que no agrade el texto, es porque la “moral cristiana haya hecho de ti un borrego reaccionario”.

Ante su odio y discriminación, ante la violación de la libertad de conciencia y personal que suponen sus palabras, no podemos más que recordarles la definición de Anarquismo de Kropotkin para la Enciclopedia Británica en la cual se cita al cristianismo como parte los movimientos que darán germen y son antecesores del anarquismo, e incluye además a los anarquistas de inspiración cristiana como parte totalmente legítima y aceptada del movimiento libertario; u otro clásico como Alexander Berkman quien aún mostrándose extremadamente crítico con la Iglesia institucional, afirma que el mundo cambiaría (a mejor) si lleváramos una vida cristiana siguiendo los preceptos de Jesús pues “no habría ni amo ni esclavo y todos viviríamos como hermanos en paz y armonía”24 y que son las élites dominantes las que impiden hoy ser fieles al ideario cristiano.

Conclusión

El problema parece ser que hay ciertos temas que los autores de “El giro escatológico” consideran unos dogmas intratables, es ahí, donde Félix, un pensador que no se adhiere a ninguna corriente o teoría, y que entra en crítica y “diálogo” con toda idea o pensador, rompe los esquemas y dogmas, a lo que en este caso los autores responden con una “crítica” infantil (no hay más que acudir a la portada para darse cuenta) e iracunda, terminando esta por no ser más que un panfleto sin contenido y que intenta manipular la verdad a su antojo, queda así al nivel de la vulgar propaganda de los medios de masas.

Creemos que con los diversos puntos tratados en este texto ha quedado demostrada la falsedad de lo argumentado en “El giro escatológico” y la profunda ignorancia y mala fe, de aquellos que lo han elaborado. Por lo tanto, se podrá estar o no de acuerdo con las ideas y análisis de Félix sobre el tema de la homosexualidad, la mujer, el racismo, el Islam o el anarquismo, pero como se ha visto, intentar hacer pensar al lector que Félix tiene algún tipo de prejuicio y que defiende cualquier forma de opresión sobre homosexuales, personas de cualquier etnia, mujeres, musulmanes o anarquistas, es algo totalmente falso y que sólo puede hacerse como ya se ha dicho, por fruto de una gran ignorancia y con la intención de provocar el desprestigio de las ideas y el ataque a la persona de Rodrigo Mora.

Se podrían haber usado aquí muchas más citas y fragmentos de la obra de Félix para demostrar la falsedad de lo argumentado en “El giro escatológico”, pero creemos que con lo ya dicho es suficiente; aún así, si queda alguna duda, animamos a todo aquel interesado a acudir a la numerosa y creciente obra de Félix Rodrigo Mora, lo que hará despejar sus dudas sobre lo aquí tratado25.

Octubre del 2012, Joaquín V. S.

 

1 Anónimo, El giro escatológico. La reacción en la crítica de Félix Rodrigo Mora, Pajarraco Ediciones, Teruel, 2012.

2   “La Conspiración del Movimiento Gay. Apoteosis de la Guerra de los sexos” Rafael Palacios, Madrid 2012.

3 Rodrigo Mora, Félix, “La Conspiración del Movimiento Gay. Apoteosis de la Guerra de los sexos, Diálogos con los libros. Esfuerzo y Servicio (esfuerzoyservicio.blogspot.com.es)

4 Ibid.

5 Rodrigo Mora, Félix, Tiempo, Historia, y sublimidad en el Románico EL régimen concejil. Los trabajos y los meses. El Románico amoroso, Potlatch, 2012, pág 147

6 Rodrigo Mora,  Félix,  “El  “antiracismo”  religión  política  (I)”,  Esfuerzo  y  Servicio (esfuerzoyservicio.blogspot.com.es)

7 Rodrigo Mora, Félix, “El “antiracismo” religión política (II)”, Esfuerzo y Servicio (esfuerzoyservicio.blogspot.com.es)

8 Ibid.

9   Rodrigo  Mora,  Félix,  El  giro  estatolátrico.  Repudio  experiencial  del  Estado  de Bienestar, Maldecap, 2011. pág. 76

10    Rodrigo  Mora,  Félix,  “8  de  Marzo  de  2012.  La  mujer  trabajadora  contra  el capitalismo y el Estado feminista”

11 Rodrigo Mora, Félix, La Democracia y el Triunfo del Estado, Manuscritos, 2011. pág 60

12 Rodrigo Mora, Félix, La Democracia y el Triunfo del Estado, Manuscritos, 2011. pág 86

13 Rodrigo Mora, Félix, La Democracia y el Triunfo del Estado, Manuscritos, 2011. pág 45

14 Rodrigo Mora, Félix, La Democracia y el Triunfo del Estado, Manuscritos, 2011. pág 90

15 Rodrigo Mora, Félix, Tiempo, Historia, y sublimidad en el Románico rural. EL régimen concejil. Los trabajos y los meses. El Románico amoroso, Potlatch, 2012, pág 182-183

16 Rodrigo Mora, Félix “Ideología e Historia. La formación del Cristianismo como fenómeno ideológico” Diálogos con los libros. Esfuerzo y Servicio (esfuertoyservicio.blogspot.com)

17 Ibid.

18 Rodrigo Mora, Félix, Tiempo, Historia, y sublimidad en el Románico rural. El régimen concejil. Los trabajos y los meses. El Románico amoroso, Potlatch, 2012, pág 199

19 En Tiempo, Historia, y sublimidad en el Románico rural, tenemos una clara distinción entre el régimen político islámico caracterizado por la opresión y la tiranía que Rodrigo Mora critica y el pueblo musulmán, contra el que Félix no dice nada, sino que lo nombra como parte de los perjudicados por el Estado andalusí y parte de los rebeldes contra él.

20 Rodrigo Mora, Félix, La Democracia y el Triunfo del Estado Manuscritos, pág 417.

21 Rodrigo Mora, Félix, Tiempo, Historia, y sublimidad en el Románico EL régimen concejil. Los trabajos y los meses. El Románico amoroso, Potlatch, 2012

22 Por citar solo algunos ejemplos: pág. 194, Seis Estudios Sobre política, tecnología, universidad, ética y pedagogía, Brulot, 2010; pág. 86, Historia, y sublimidad en el Románico rural. EL régimen Los trabajos y los meses.

23 Nietzsche, F., Más allá del bien y del mal : preludio de una filosofía del futuro, Alianza Editorial, Madrid, 2005

24 Berkman, Alexander,  El  ABC  del  comunismo  libertario,  (La  Malatesta,  Utopía Libertaria y Tierra de Fuego, 2009).

25 Sobre todo a los libros del autor donde con más riqueza y extensión se puede ver el pensamiento y la aportación al movimiento revolucionario de Félix Rodrigo Es curioso que en todo “El giro escatológico” solo se encuentre una referencia a un libro de Félix, lo que acrecienta la idea del desconocimiento de los autores de la obra de Rodrigo Mora.

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