ACERCA DEL NEO-LERROUXISMOCOMO POLÍTICA DEL ESTADO-CAPITAL
El artículo de Julio Reyero, “Sobre la dialéctica cripto- reaccionaria”, en lo formal una crítica a mi artículo “De la intervención política” (revista “Estudios” nº 1) es un ataque a mis ideas y persona, que busca ocultar la falta de conocimientos y argumentos del autor pero sobre todo enmascarar tras las agresiones verbales sus verdaderos fines políticos. El contenido real es la defensa del progresismo burgués y el anticlericalismo burgués, como vías para imponer al movimiento libertario ibérico el republicanismo capitalista-estatista y el programa de la socialdemocracia española, políticas de Estado dirigidas contra el proyecto de revolución social integral.
Reyero ha escogido un tipo de enfrentamiento en el que todo vale, desde la injuria a la falsedad y la calumnia, rechazando lo que hubiera sido más apropiado, un debate sereno en el cual cada uno pueda exponer de manera libre sus opiniones, con respeto hacia el oponente. Ha elegido tales procedimientos porque el populismo burgués anticlerical, el lerrouxismo de nuevo tipo, que es el marco ideológico-político en que se sitúa, no puede hacer otra cosa, dado que al carecer de argumentos y tener fines políticos subrepticios está obligado a valerse de una visceralidad y emocionalismo extremos, demonizando al contrario, sustituyendo los razonamientos por ofensas, buscando atemorizar a las personas y dejando de lado las normas éticas más básicas.
No voy a seguir ese camino, que me repugna, pero sí pondré al descubierto su contenido reaccionario, fines ocultos y zonas oscuras. Conviene recordar que Lerroux, como político anticlerical fanatizado, prohombre republicano, campeón de la derecha española lindante con el fascismo y colega de Franco, fue también célebre por el grado asombroso de corrupción en que siempre se desenvolvió.
Mi rechazo al Estado ha quedado formulado una vez más en el librito “Estudio del Estado”, que ha publicado la Federación Local de Madrid de CNT en octubre de 2012. El Estado es el enemigo substancial de las clases trabajadoras, el adversario principal de la libertad y el valedor número uno del capital. No hay anticapitalismo creíble sin dirigir el golpe principal contra el Estado. Éste se compone, yendo a lo importante, del ejército, el aparato policial, el poder judicial, los 16 Ministerios, el capitalismo de Estado, el sistema fiscal, el orden educativo y universitario, el sistema partitocrático, la jerarquía eclesiástica y la corona. Todo ello forma un bloque unificado, pero el anticlericalismo burgués al presentar a la Iglesia como el enemigo principal, e incluso el único, exculpa al conjunto del ente estatal tanto como a la clase empresarial. Eso explica que en la obra de Reyero no se encuentre la denuncia del Estado, como un todo y de cada una de sus partes, comenzando por el ejército.
Ahora está en marcha una operación para crear un gran bloque republicano burgués, destinado a sustituir a los Borbones por la III República, intervención política de la que el neo-lerrouxismo forma parte.
En sus escritos Reyero tampoco cita la lucha contra el capital y por la abolición del trabajo asalariado, cuestión fundamental. De hecho, lo que preconiza es un capitalismo anticlerical, laico e incluso ateo, igual que hacía Lerroux. Ahora bien, la fobia principal de Reyero y su grupito, la nueva versión del Partido Republicano Radical, se dirige contra la idea y la práctica de la revolución. Ésta no encuentra lugar en sus textos, pues todo su ideario se reduce a un Estado republicano laico y un capitalismo progresista… De ahí los ataques contra mi persona, más que contra mis ideas, que el neo- lerrouximo, en su indigencia intelectual, no logra ni siquiera inteligir apropiadamente.
SOBRE LERROUX Y EL LERROUXISMO
Don Alejando Lerroux (1864-1949), el comecuras y follamonjas por excelencia de nuestra historia, comenzó su carrera política en Cataluña como politicastro financiado por el Ministerio de la Gobernación desde Madrid. Con los recursos monetarios que le otorgó la policía y los círculos empresariales, fundó el Partido Republicano Radical, cuya primera meta era frenar el avance del anarcosindicalismo en aquel territorio, además de dividir a las clases proletarias, por un lado en creyentes y no creyentes, por otro en catalanes e inmigrantes. A base de soflamas anticlericales y populismo de derechas Lerroux hizo una carrera política de cierta envergadura, lo que le permitió llegar a Presidente de la II República. Tal era el cargo que ocupaba en octubre de 1934, y desde él ordenó al general Franco que reprimiera con el máximo rigor el levantamiento armado proletario y popular de Asturias.
Ésa es la trayectoria política de todo el anticlericalismo burgués. Tras sus arrebatadas frases contra el clero, tras el alentar los incendios de iglesias, la agresión física a los curas y la violación de monjas, fúnebres chabacanerías que Lerroux solía permitirse en sus mítines, lo que había era una política reaccionaria extrema, que finalmente se unió con la realizada por Franco. Dicho de otro modo, el anticlericalismo burgués es una forma astuta y taimada de derechismo político que en determinadas ocasiones se unifica con el fascismo. Lerroux lo manifiesta y también se observa este fenómeno en el nazismo, tan opuesto a la Iglesia que en 1933-1945 dio muerte al 11% del clero católico de Alemania.
La crítica de la religión, en sí misma pertinente y necesaria, no puede usarse para adoctrinar en la ideología, cosmovisión y política burguesa, ni para dividir al pueblo. El capital tiene su posición (o posiciones) ante la religión y las clases trabajadoras la suya.
Un detalle a resaltar es que la gran mayoría de los historiadores que han analizado la obra de Lerroux coinciden que estaba financiado por los fondos secretos de la policía, lo que es común en el anticlericalismo burgués. En efecto, al ser política de Estado contra el pueblo se realiza con dinero estatal, lo que también sugiere en sus memorias, “Notas de una vida”, el conde Romanones, el cacique por excelencia y prohombre monárquico del primer tercio del siglo XX, que aconseja usar el anticlericalismo reaccionario desde el poder cuando la lucha popular crece, para desbaratarla.
El anticlericalismo burgués sigue estando vivo y activo, alcanzando la forma de una religión política, o creencia obligatoria impuesta al pueblo por el Estado, incluso hoy cuando la Iglesia es una fuerza ideológica, política y social cada día más debilitada. Hacer de ésta el chivo expiatorio de la ira popular es la meta, lo que protege por procedimientos políticos al poder constituido económico y político, como se dijo. Reyero se dice libertario pero “olvida” lo que es la más decisiva de las señas de identidad del ideario anarquista, la lucha por la libertad contra el Estado, a realizar por medio de la revolución social integral. Por tanto, es meramente un anticlerical progresista y republicano.
¿Qué fuerzas promueven hoy el anticlericalismo burgués? Sobre todo las de la izquierda, PSOE e IU junto con sus sindicatos amarillos, UGT y CCOO, que no casualmente son las que el capital ha utilizado desde el final del franquismo para mantenerse en el poder. También se sirve del anticlericalismo burgués con mucho desparpajo el diario “El País”, el poder mediático fundamental, durante años propiedad del hombre más rico de España, Jesús de Polanco, y hoy de una multinacional norteamericana vinculada al sionismo. Claro que el anticlericalismo de tales fuerzas reaccionarias es refinado y sugerente, mientras que el de Reyero y sus colegas es tosco y primitivo. En todos los asuntos el grupo neo-lerrouxista es meramente un apéndice de los partidos de la izquierda, con los que no tiene diferencias en nada importante.
Hay algo en el jacobinismo, sobre todo en sus formas extremas, el republicanismo burgués y el lerrouxismo como forma fanatizada de éste, que resulta sobremanera repulsiva, y es su misoginia. Como es sabido, la revolución francesa creó el orden patriarcal contemporáneo, luego derivado a neo-patriarcal, primero asesinando a las mujeres que se resistieron, como la magnífica Olimpia de Gouges, y después estableciendo en el Código Civil de 1804 la forma más completa de patriarcado conocida en Occidente. Todo eso lo hizo el jacobinismo, el republicanismo, el progresismo, la modernidad estatolátrica y el anticlericalismo burgués. Basta con mirar los textos del grupito neo-lerrouxista para encontrar eso mismo, desprecio por la mujer y por la lucha de las mujeres, así como una apología mostrenca del neopatriarcado actual, hechura del Estado a través del Ministerio de Igualdad (luego incorporado al Ministerio de Sanidad) y dirigido a destruir a las mujeres.
El anticlericalismo burgués, especialmente los partidos republicanos, han sido y son la forma de sexismo machista más extrema: eso se observó en el caso de Lerroux y se observa ahora en sus discípulos. Don Alejando llamaba en sus mítines a asaltar los conventos y forzar a las monjas, “olvidando” que son mujeres y que por ello merecen un respeto escrupuloso y afectuoso. Tal apología de la violación, del todo intolerable es propia del anticlericalismo burgués español.
DOS POSICIONES ANTE EL CRISTIANISMO Y LA IGLESIA
Las actividades anticlericales de Reyero se caracterizan por una ignorancia extrema de las materias tratadas, de las que lo desconoce todo. Al parecer, casi el único libro que ha leído es “Historia criminal del cristianismo”, del ex-clérigo K. Deschner, un texto sin ningún rigor ni calidad, que nadie se toma en serio pero que sigue crédulamente y copia en todo. A tal servilismo intelectual lo denomina “librepensamiento”…
Ignora que el movimiento obrero ha tenido y tiene su propio análisis del cristianismo y de la Iglesia, que es opuesto al de la burguesía. Federico Engels, el amigo de Marx, publicó varios trabajos que arrojan luz sobre lo que fue el primer cristianismo. El análisis marxista indica que aquél, lejos de ser una corriente “criminal”, fue una fuerza revolucionaria que posee, aduce Engels en 1895, “notables puntos de semejanza con el movimiento moderno de la clase obrera”1, aserción que luego desarrolla y explica con bastante detalle.
Tras la muerte de éste, su célebre discípulo y dirigente del movimiento obrero alemán, K. Kautsky, escribió “Orígenes y fundamentos del cristianismo”, libro de considerable extensión, en el que muestra que el cristianismo primero, desde el siglo I al concilio de Nicea (año 325), fue un movimiento revolucionario del proletariado de la época, de los esclavos y de las mujeres, que chocó con el Estado romano y dio origen a una fuerza de resistencia que buscaba revolucionarizar la sociedad toda.
Mucho después, el marxista, ateo militante2 y enemigo público del aparato eclesiástico Gonzalo Puente Ojea, en varios de sus libros ha confirmado la justeza de los análisis realizados por los fundadores de la escuela marxista, sobre todo en “Ideología e historia. La formación del cristianismo como fenómeno ideológico” (primera edición en 1974), que deberían leer quienes deseen tener una opinión bien fundada sobre esta materia.
Si Reyero adora la Ilustración es que está con Jovellanos, el ilustrado por excelencia. Pero este sujeto aciago fue el que planeó la destrucción de los bienes comunales, siendo el actual gobierno del PP, de la derecha española, quien al parecer desea culminar la obra desamortizadora privatizando lo poco que aún queda de comunal, para aportar a la caja del Estado más de 25.000 millones de euros. La cosa está clara: Reyero apoya al ilustrado Jovellanos, por tanto a su continuador, el actual gobierno de la derecha, vale decir, a la reacción más tópica, carca y tradicional… igual que Lerroux, ¡y este sujeto que imita a quien fue colega de Franco en 1934 y se suma de facto a la política del gobierno del PP contra el comunal y el concejo abierto tiene la cara dura de llamarme “cripto-reaccionario”!
Aquí es donde pone en evidencia sus verdaderas intenciones. Dado que la historia es la política del pasado que tiende a convertirse en guía y referencia para la política del presente, quienes como él se proponen recuperar el pasado ilustrado, progresista, republicano y jacobino lo que están planeando es una operación política contra el movimiento libertario, según la cual los ideales anarquistas serían sustituidos paso a paso por el progresismo burgués, el anticlericalismo burgués y el republicanismo burgués. Con ello dicho movimiento quedaría liquidado, convirtiéndose en una nueva versión del partido de Lerroux, al servicio de un capitalismo republicano y de un Estado republicano.
Desde luego, quienes crean que estamos ante una disputa sobre religión e historia se equivocan. Lo que está en marcha es una artera e insidiosa intervención política, urdida quién sabe dónde, para cambiar la ideología y política del movimiento libertario, integrándolo en el republicanismo burgués, en un momento en que el capitalismo español busca sustituir la monarquía por la república burguesa, que adoptaría el nombre de III República Española.
Añadiré algo. Uno de los timbres de gloria de la CNT y del movimiento libertario fue haber negado todo apoyo a la II República española, decididamente anticlerical. Esta épica política ocasionó decenas de miles de detenidos, miles de torturados y cientos de asesinados (recordemos Casas Viejas) al movimiento libertario, sobre todo en 1931-1933, cuando estaban en el gobierno dos formaciones anticlericales burguesas, el PSOE y los republicanos. Pero también es verdad que convirtió al gran sindicato anarcosindicalista en la primera fuerza organizada del movimiento obrero y popular en 1936. Ante lo que se avecina hay que repetir la misma política, señalando que la meta es la revolución social integral, el final del Estado y el capitalismo, y no el quedarse en insignificancias progresistas, republicanas y anticlericales, que maquillan al poder constituido dejándole intacto, cuando no fortalecido, en lo sustantivo.
Quienes ahora defienden el anticlericalismo burgués, siguiendo a un ex-clérigo despechado e indocumentado como Deschner, tienen que recibir la respuesta crítica y de repudio adecuada. El anticlericalismo burgués es republicanismo burgués, en consecuencia, negación de las mejores tradiciones del anarcosindicalismo ibérico, las que le han hecho grande y potente.
No soy afiliado a CNT y no me defino como libertario (tampoco de ninguna otra manera pues estoy en lo aideológico y ateórico) pero sí soy ferviente partidario de la idea de revolución social integral, en tanto que transformación radical de la totalidad de la existencia, del sistema de ideas y del mismo ser humano. Para el feliz desenvolvimiento de ésta es imprescindible, como en 1936, un movimiento libertario poderoso. Por tanto, contemplo con inquietud las operaciones políticas subterráneas que se dirigen contra dicho movimiento, buscando su desnaturalización y liquidación desde dentro, encaminadas a hacer de él un mero apéndice del republicanismo burgués, con el propósito de establecer la III República, y de la socialdemocracia defensora del Estado de bienestar. Esa es la meta última de la conspiración neo-lerrouxista en marcha.
LA FOBIA A LA REVOLUCION FUNDAMENTO DEL ANTICLERICALISMO BURGUÉS
Es inútil buscar en la obra de Reyero ninguna referencia a la lucha anticapitalista y para emanciparnos del trabajo asalariado, mucho menos a la acción contra el Estado. Más inútil todavía es buscar en su atormentada verborrea alguna referencia a la categoría más fundamental, la de revolución.
Puesto que hay dos formas de asentir, una activa, o afirmativa, y otra por medio del silencio, o pasiva, nos encontramos con que nuestro neo- lerrouxista es un devoto del Estado y un entusiasta del capitalismo, dado que en sus textos nada hay en contra, ya que todo su furor lo reserva contra el clero, el pasado supuestamente clerical, el carlismo, el anti-progresismo y… naturalmente, mi persona.
Todas las críticas no amistosas que he ido recibiendo tienen en esencia la misma meta, el rechazo de la noción de revolución. Eso es lo que unifica a todo tipo de sujetos y grupos contra mis ideas. Estar contra la revolución, u “olvidarla”, es estar a favor del capital, a favor del Estado, a favor del actual sistema de dominación. Pues bien, si he de ser calumniado y perseguido por defender el grandioso ideal de la revolución lo acepto de buen grado.
LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA IGLESIA CATÓLICA
El neo-lerrouxismo manifiesta su abismal alejamiento de la realidad, así como su naturaleza rancia, oscurantista y arcaica, presentando a la Iglesia como una instancia fundamental de poder ¡todavía hoy! Es más, en sus desvaríos, la pintan como la fuerza decisiva desde hace siglos.
La realidad es otra. Antes de la revolución liberal, de la Constitución de 1812, era la corona, expresión que se usaba entonces para referirse a la porción medular del poder estatal, la principal fuerza de la reacción, quedando el clero como potencia secundaria. Incluso la Inquisición fue una institución sometida en primer lugar a la corona y sólo secundariamente a la Iglesia. Pero con la llegada de la modernidad el poder real del clero disminuyó todavía más. La desamortización de las propiedades del clero de 1836 (ya había habido varias desamortizaciones menores de posesiones eclesiásticas anteriormente, desde 1798) realizadas por el Estado, dejó casi sin bienes inmuebles ni de capital a la Iglesia, convirtiéndola a cambio en una sección del aparato del Estado, que se mantenía a cargo del presupuesto financiado con lo recaudado por el aparato fiscal.
Eso quiere decir que desde esa fecha ha sido un cuerpo de funcionarios del Estado como otro cualquiera. Durante el siglo XIX fue perdiendo lentamente poder y prestigio, y más todavía en el siglo XX. El apoyo del franquismo a la Iglesia otorgó a ésta una vitalidad coyuntural más aparente que real, que se vino rápidamente a tierra con el fin del régimen de Franco. Desde entonces ha entrado en un imparable proceso de liquidación que, si continúa (y todo indica que así será), la convertirá en una fuerza insignificativa en sólo unos pocos años.
Sus debilidades son las que siguen, e incluso bastantes más. No tiene prestigio social, el número de fieles practicantes cae sin parar, las nuevas generaciones la ignoran, su poder económico es cada vez menor, no hay ningún partido político que siga su doctrina, no dispone de renovación generacional, los seminarios están semi-vacios, el clero parroquial es de una edad media bastante elevada y carece de sustitutos más jóvenes, su doctrina y formulaciones apenas nada tienen que ver con el mundo actual, el Estado laico la margina en casi todo e incluso los sectores que aún siguen al clero están afincados en una religiosidad externa y ritualizada que suelen dar de lado los contenidos marcados por la jerarquía. En el plano internacional el Vaticano y el sacerdocio católico están continuamente afectados por escándalos de corrupción, pederastia, alianza con grupos de delincuentes y otros que van minando paso a paso su ya tambaleante poder y autoridad. Además, padece una fuerte competencia de otras iglesias y religiones, más adaptadas a la realidad del siglo XXI. Basta con conocer un poco los ambiente católicos actuales para constatar que en ellos prevalece la resignación, impotencia y desesperanza, así como una ausencia de ideas y proyectos para el futuro, todo lo cual anuncia su pronto final.
Los estudiosos del asunto, sean ateos, creyentes o agnósticos, coinciden en que la Iglesia católica es más una fuerza del pasado que del futuro, y ya hoy una instancia de poder de tercer orden, o incluso menos. Sólo el neo-lerrouxismo, en su colosal ignorancia, desconoce tal realidad, confundiendo a la Iglesia de hoy con la de principios del siglo XX, con el agravante de que si entonces era ya un poder social secundario hoy es poca cosa. Incluso el diario campeón del anticlericalismo burgués más refinado, “El País”, tiene que admitir que la Iglesia es hoy una fuerza social en liquidación, que ha pasado “de influyente a casi irrelevante”4.
Pues bien, Reyero y el partido neo-lerrouxista que le sigue pretenden concentrar al movimiento libertario en una chusca lucha contra un poder “casi irrelevante” y que además se está desintegrando él sólo… Cuando se vive de espaldas a la realidad, atrapado por dogmatismo y fanatismos, suele incurrirse en comportamientos así de sandios.
LA ACCIÓN POR EL ATEISMO EN EL SIGLO XXI
Si Reyero es anticlerical yo soy ateo. Y por eso estoy interesado en explorar las vías para difundir el ideario del ateísmo. En su malevolencia, aquél ignora lo que he expuesto en público un número enorme de ocasiones, para difamarme. Pero mi ateísmo nada tiene que ver con la chabacanería y el sadismo lerrouxista, basado en la violencia contra los creyentes, ni con la anti-religiosidad burguesa, bolchevique o nazi. Pensemos, por ejemplo, en el ateísmo de los bolcheviques, que sirvió para perseguir con más eficacia al movimiento de Néstor Majnó en Rusia, ¿eso es lo que busca el neo- lerrouxismo, un anticlericalismo dirigido a reprimir y destruir mejor los movimientos populares? Tal es lo que hizo su maestro, don Alejandro.
Lo cierto es que las formaciones ateas y sin religión pueden llegar a ser tan opresivas, reaccionarias y criminales como las religiosas y clericales, terrible verdad que ya había demostrado la revolución francesa. Esa es una lección de la historia a no olvidar. Estar contra el clero y propugnar la irreligiosidad no significa, por sí mismo, espíritu revolucionario ni potencial emancipador. En el partido nazi, el ateísmo era moneda corriente, lo mismo que el anticlericalismo, todo lo cual se combinaba con un retorno al paganismo germánico. Hitler mismo en su fuero interno era ateo, aunque por motivos políticos lo ocultaba al público.
El ateísmo, puesto en ridículo y desacreditado por quienes hacen de él un nuevo fanatismo, y muy dañado por las experiencias de los Estados ateos del pasado inmediato, la URSS y sus satélites, necesita una reformulación completa. Aquél cometió crímenes formidables, al encarcelar y a menudo asesinar a cientos de miles de personas meramente por sus creencias religiosas, sin por ello conseguir, además, erradicar las religiones. Del mismo modo, el anticlericalismo criminal de los partidos republicanos españoles y de Lerroux al actuar en la guerra civil de una manera no sólo canallesca sino también estúpida sirvió para fortalecer, y mucho, la causa de Franco. Dicho de otro modo, Lerroux cooperó con el franquismo por partida doble, como aliado político y como causa agente de las persecuciones de los fieles de la Iglesia.
Los pensadores marxistas y anarquistas se han opuesto a toda forma de persecución religiosa, a la exclusión de los creyentes, a cualquier forma de dividir al proletariado por motivos religiosos. Anselmo Lorenzo enfatizó este asunto en su tiempo, y en el X Congreso Confederal de CNT (Córdoba 2010), se lee lo siguiente, en “Acuerdo sobre normativa orgánica y estatutos”, art. 9, “a los sindicatos que forman la CNT se puede afiliar toda persona por el simple hecho de ser trabajador, independientemente de sus creencias políticas, religiosas y filosóficas”. Con una sensatez admirable ese documento diferencia a las personas en explotadoras y explotadas, excluyendo sólo a los patronos. No se discrimina entre creyentes y no creyentes y se da por supuesto que los empresarios anticlericales o ateos son tan enemigos de la clase obrera como los clericales y creyentes: esto es lo que Reyero niega de facto, y en esto se pone en evidencia en tanto que agente de un capitalismo irreligioso y de un Estado ateo.
Yo estoy contra el Estado, también contra el Estado ateo. El ateísmo, igual que la religión, no se puede imponer por la fuerza de las leyes positivas y los aparatos coercitivos. La libertad para adherirse al ateísmo ha de ser sagrada, y en ella está contenida, de manera inseparable, la libertad para rechazarlo. La libertad es la clave, no las religiones o el ateísmo. Pero el Estado, todo Estado, es la negación de la libertad, mal que le pese a Hegel.
La clase proletaria ha de estar unida, para vencer, siendo las diferencias religiosas contradicciones en el seno del pueblo trabajador que no es que carezcan de importancia pero que pueden solventarse por medio del debate amistoso, la mutua persuasión y el aportar argumentos más y más verdaderos. En el seno del pueblo las personas se respetan, quieren y ayudan por encima de las diferencias ideológicas, religiosas, políticas o de otro tipo. Quien preconiza la guerra civil dentro del pueblo evidencia que es un enemigo del pueblo.
El nuevo lerrouxismo busca dividir a los explotados por fes y creencias, para así hacerles más débiles ante los explotadores. Su línea se dirige, al parecer, a modificar los Estatutos de CNT con el designio de hacer de la central anarcosindicalista una risible secta anticlerical al servicio del republicanismo burgués y la socialdemocracia devota del Estado de bienestar, esto es, de la izquierda partitocrática, con la que coincide en todo y de la que es representante en el seno del movimiento libertario.
El ateísmo que yo preconizo tiene que sustentarse en la verdad concreta-finita, haciendo una crítica de la religión bien fundamentada en todo, libre de chocarrerías, burlas y amenazas, respetuosa5 y persuasiva, y esto para todas las fes sin excepción. Debe de fundamentarse en un estudio veraz de los orígenes y evolución de las religiones. Ha de adoptar una posición imparcial, desde los principios de la justicia natural, ante lo que las religiones organizadas hagan en concreto, criticando y resistiendo lo negativo pero dando apoyo a lo que sea positivo, y buscando la unidad de acción con los creyentes de base en pro de la lucha contra el Estado-capital y para realizar la revolución integral. Ésta ha de ser concebida como una colosal transformación de la sociedad, el sistema de ideas y el individuo en la que ha de participar todo el pueblo, sin distinciones ni discriminaciones por causa de la religión o la irreligión, sin satanizar a la primera ni deificar a la segunda (o viceversa), pues hacer tal manifiesta una mentalidad religiosa.
La no-religión debe ser razonablemente moral, según los criterios de la ética natural, rechazando la equiparación entre moralidad y religión tanto como la identificación absurda, y burguesa, ente ateísmo y amoralidad. Sólo una irreligiosidad fundamentada en la verdad, el amor mutuo y la virtud, capaz de responder a las necesidades espirituales más fundamentales del ser humano, puede ser alternativa a las religiones. Aquellos que desprecian las demandas espirituales de la persona, reduciéndola a un simple estómago, como es propio de la socialdemocracia, el anarquismo de Estado, el republicanismo y el izquierdismo, hacen el juego a las religiones, al dejar a éstas la tarea de satisfacer dichas necesidades. Y eso sucede aunque tales se digan anti-religiosos y ateos.
Ateísmo y verdad-moralidad-respeto-revolución integral deben ser la misma cosa.
El ateísmo debe luchar por subsistir y expandirse, frente a las fuerzas estatales que se sirven de la religión para sus fines. Hoy es ninguneado y perseguido en muchos países, particularmente en los islámicos, donde no hay ni siquiera separación ente la mezquita y el Estado, de manera que la religión se convierte en una creencia obligatoria, que se impone a la gente desde la fuerza inmensa del poder coercitivo y aleccionador del Estado, lo que es intolerable, al hacer de ella una creencia forzada. En los países del islamismo de Estado no existe ni un ápice de libertad de conciencia, o libertad interior de la persona.
Mientras que en varios países la increencia y el ateísmo son tolerados (lo que es injusto pero al menos evita crueldades como la cárcel y la tortura) en los países islámicos (quizá con la excepción parcial de Turquía) son perseguidos con una saña que estremece, sobre todo en Irán, donde una parte de la juventud más culta y combativa es atea y ha de vivir su ideario en la clandestinidad, perseguida por la policía del régimen islamofascista de los ayatolas (clérigos islámicos), y en Arabia Saudí, el gran aliado de EEUU en el mundo musulmán, un régimen nazi-islamista al cien por cien, en el que a los ateos les espera la sala de torturas y la muerte, régimen que junto con EEUU, Francia, Inglaterra y España (no olvidemos la Alianza de Civilizaciones, política del PSOE hecha suya por el actual gobierno del PP) financia el islamofascismo mundial.
Es a destacar que un ateo eminente, Christopher Hitchens, autor de una de las grandes obras del ateísmo contemporáneo, “Dios no es bueno. Alegato contra la religión”6, es asimismo una de los que con más energía y coraje ha denunciado el islamofascismo, al ser éste el enemigo principal hoy del ateísmo, el agnosticismo, el deísmo, la no-religiosidad y la libertad de conciencia en el plano mundial, además de la forma más inquietante de fascismo, dirigida por el capital multinacional occidental y árabe contra la revolución mundial. Sin embargo, Reyero guarda un sospechoso silencio sobre este asunto, que puede tener causas bastante oscuras.
En Europa hemos padecido un caso dramático, el asesinato de Theo van Gogh por un islamofascista el 1 de noviembre de 2004, por ser ateo y criticar las religiones, el Islam entre ellas. Es necesario hacer de cada 1 de noviembre el Día Europeo del Ateísmo Militante. ¿Se atreverá el grupo neo- lerrouxista a dar ese paso, o permitirá que un ateo concienciado e intrépido como Theo haya sido asesinado sin que haya respuesta al atroz crimen?
La solidaridad con las y los ateos o agnósticos que padecen los rigores del islamismo de Estado y el islamofascismo son hoy los “mártires” (uso intencionadamente esta expresión) más importantes del fascismo religioso. Al mismo tiempo hay que unirse con los musulmanes que se oponen al uso totalitario de su religión por parte del capitalismo árabe multinacional, el imperialismo occidental y los Estados islamofascistas, para crear una sociedad asentada en la libertad de conciencia equitativa para todas las ideas y creencias, también para el Islam por supuesto. Es cuestión de respeto, de respetar y ser respetados, y esa es la dialéctica del ateísmo con las religiones.
El ateísmo ha de afirmarse en sus verdades fundamentales, señalando lo negativo de las religiones, como hace Élie Barnavi en el libro “Las religiones asesinas”7, cuya lectura recomiendo, que aporta una información bastante completa sobre los males y crímenes cometidos por las tres grandes religiones monoteístas en la historia, el catolicismo, judaísmo e islamismo. Por desgracia nada o casi nada se hace al respecto.
Necesitamos una acción atea efectiva, conforme a los criterios que antes se expusieron, por lo que invito a Reyero y a su grupo a hacerse cargo de esta tarea. Si lo hacen contarán con mi apoyo y simpatía, e incluso con mi colaboración, siempre que antes prueben su buena fe, pureza de intenciones e independencia, ahora en entredicho.
CONCLUSIÓN
Nos adentramos en tiempos recios. La era de estabilidad y prosperidad material de las sociedades europeas ya no volverá y según se profundice el conflicto en nuestras sociedades tendremos más y más episodios de oscura naturaleza. Un libelo anónimo que se ha escrito contra mi persona, cuyos contenidos son idénticos a los del grupo neo-lerrouxista incrustado en el movimiento libertario y que cita elogiosamente sus textos, lo he calificado de “montaje policial”, porque esa es su procedencia más probable. Vendrán otros. Habrá más asuntos oscuros, y el anticlericalismo seguidor de Lerroux, siempre turbio, corrupto y con inquietantes conexiones, seguirá proporcionando nuevos sucesos de esa naturaleza. Atención pues.
1 Los iluminantes textos de los fundadores del marxismo sobre esta materia se encuentran compilados en “Sobre la religión”, Carlos Marx y Federico Engels.
2 De interés es su libro, “Elogio del ateísmo” (primera edición 1995), que expone la certidumbre mayor en esta cuestión, que Dios es una creación de la mente humana que no tiene realidad en sí y por sí.
3 Puedo decir con modesta satisfacción que mi campaña de denuncias de la revolución liberal española y la Constitución de 1812 en su 200 aniversario, 2012, ha llegado a sectores significativos de la opinión pública, aportándoles una forma nueva de comprender nuestro pasado. Los textos, audios y videos pueden consultarse en http://esfuerzoyservicio.blogspot.com/ Es el momento de agradecer su colaboración desinteresada a las muchas personas, mujeres y varones, que me han ayudado. Sin su inapreciable esfuerzo yo sólo apenas nada podría haber hecho.
4 El País, 19-8-2012
5 No todo ha sido lerrouxismo en nuestra historia. Una obra clásica de la crítica de la religión católica que no incurre en los procedimientos fascistas del lerrouxismo sin por ello conciliar con la Iglesia es “La religión al alcance de todos”, de R.H. de Ibarreta, 1887. En ésta se desmonta el dogma católico con respeto y afecto por el creyente y la creyente de base, al que va dirigido el texto, y se propone una alternativa a la religión fundamentada en un sólido sentido moral. El autor, con mucha agudeza, diferencia entre cristianismo e Iglesia, presentando a ésta como anticristiana, verdad tan obvia que hay que ser un lerrouxista (esto es, un ignorante y violento) para no comprenderla. Señala que el verdadero cristianismo no es fanático, no acumula riquezas, no se suma al poder estatal y no persigue a los discrepantes. Por el contrario se fundamenta en el amor y el respeto, negando la propiedad privada y condenando las riquezas. Muestra aquello que la lectura de los Evangelios hacen obvio, que Cristo no fue Dios sino un hombre eminente, como Sócrates, Diógenes de Sínope, Espartaco o Epicteto, que por su carácter revolucionario resultó perseguido, torturado y muerto por el Estado romano y por los oligarcas de su tiempo. Tuvo que venir, bastante después, don Alejando Lerroux a envenenar la resistencia a la religión en un sentido totalitario, oscurantista y criminal, lo que hizo, como se dijo, financiado por el Estado y los empresarios.
6 Otro libro interesante de Ch. Hitchens es “Dios no existe”, que en 647 páginas compila opiniones no-religiosas de eminentes pensadores. La pregunta es ¿en cuántos países de islamismo de Estado se ha publicado?
7 Pero ¡cuidado! Porque necesitamos un libro (o varios) que se titulara “Los ateísmos asesinos”, o “Los anticlericalismos asesinos”. Mientras no estén escritos careceremos de una concepción completa, correcta e imparcial de estos importantes asuntos.
Octubre 2012
Félix R. Mora
Felicidades Felix por poner en su sitio a esta ralea de mendrugueros. Que sepa esta germania que no estás estás sólo y cada día son más los que con espiritu senequista te apoyan. La verdad no puede morar en el fondo de un arcón. Permíteme que publique esta aclaratoria y magnifica exposición. Un saludo.
Javier Castuera
El movimiento político actual que esta aconteciendo en el final de este sistema, agotado, impuesto tras la transición, hace que los interesados en auparse, en el ya clásico quítate tú para ponerme yo, empiecen a posicionarse, como ya ha ocurrido en otros movimientos republicanos o supuestamente horizontales, como el MCRC, 15M, DRY, etc.
Queda patente, una vez mas, uno de los principales males de la sociedad española, y por ende, de los españoles: la ignorancia.
Su contestación ha sido burda, pueril y basta, pero a sus seguidores parecen bastarles cuatro pinceladas y el ya clásico caca, culo, pedo, pis junto con el manido fascista cuando no se tiene una oposición a las ideas expuestas basada, cuanto menos, en un estudio, aunque sea simple, de tu obra, o, ya que se ve que es de otra generación, del material audiovisual, casi siempre con debates e intercambios de ideas, cosa que Reyero ni siquiera intenta, ya que su posicionamiento, con clara intención politicista y por ende, estatal, reaccionaria por tanto, solo busca medrar en busca de un sueldo como funcionario en estos tiempos convulsos que nos envuelven y que se van agitando y oscureciendo cada vez mas.
Sigue en la brecha, creando, cuando menos, opinion, y un punto de vista alejado de la educación estatólatra.
Y ya, como un apunte personal, a ver cuando un tete a tete con Antonio Garcia-Trevijano, o por lo menos algun comentario sobre su programa de radio, su movimiento, ideas, etc, ya que en muchas cosas, supongo debido a la lectura de los clasicos, sois similares.
Un saludo.
Hola.
Fernando Savater, cuando alguien utiliza esa manida y pobre táctica supuestamenta argumentativa de "eso es lo mismo que decía…" tiene una contestación muy divertida: "pues sí señor, es posible que XXXX (póngase aquí a Hitler o a Lerroux si se quiere) coincidiéramos en muchas cosas, por ejemplo en que dos y dos son cuatro".
Señores, es muy sencillo, y sin caer en el maniqueísmo, o se es reaccionario o se es progresista pasando por un enorme manto gris de conservadurismo o de papanatismo (que viene a ser lo mismo).
Yo creo que Rodrigo Mora será muchas cosas, pero en ningún caso está cerca del anarquismo (indudablemente progresista, palabra demasiado pervertida). La atracción que causa en ciertos ámbitos libertarios es digna de estudio, y una muestra de los tiempos oscuros que corren.
Dicho sea con todo respeto y sin ningún ánimo de entrar en lo personal.
Saludos.
¿Y qué es el anarquismo?¿Cuál es tu idea de progreso? ¿Qué tiene de malo no estar cerca del anarquismo? Tu crítica me parece sesgada, ya que no expresas completamente tu punto de vista. Felix Rodrigo Mora expresa en su obra su punto de vista y su pensamiento, y éstos pueden ser criticados y debatidos. Pero, ¿dónde está el problema de que no se ajuste a la etiqueta "anarquista"? Es más, ¿qué compone esta etiqueta? Yo entiendo el anarquismo como la negación del estado o del gobierno, por lo menos semánticamente. ¿Cómo puede tornarse una negación de un modelo social en una afirmación de otro? Quizás "Anarquia" es el nombre de un sistema social formulado en el s.XIX que negaba el estado y no una negación en sí. Estamos en un momento delicado para la sociedad occidental. Deberíamos sentarnos a hablar sobre lo que debemos hacer y como nuestra sociedad debe ser. Debemos buscar soluciones para la raíz de nuestros problemas y dejar de defender ideologías inflexibles y estériles, porque es posible que tú, yo, Felix Rodrigo Mora y cualquier autor ilustre en el que puedas pensar estemos todos equivocados. Y necesitamos esa virtud que hace que los fallos, en lugar de entorpecernos, formen una escalera hacia nuestro verdadero objetivo. Esto considerando que actuamos de buena fe y no guiados por ambiciones perversas y ocultas tras una "persona".
«Los estudiosos del asunto, sean ateos, creyentes o agnósticos, coinciden en que la Iglesia católica es más una fuerza del pasado que del futuro, y ya hoy una instancia de poder de tercer orden, o incluso menos. Sólo el neo-lerrouxismo, en su colosal ignorancia, desconoce tal realidad, confundiendo a la Iglesia de hoy con la de principios del siglo XX, con el agravante de que si entonces era ya un poder social secundario hoy es poca cosa…»
¡Pues va a ser que no!
El «neo-lerrouxista» de Julio Reyero nos demuestra que no es así. La Iglesia Católica sigue siendo una institución con influencia y un poder social y económico:
http://cnt.es/noticias/la-religi%C3%B3n-y-sus-instituciones-un-problema-social-de-primer-orden