La vida humana se sustenta en la satisfacción de unas exigencias materiales mínimas. Otra cosa diferente es el consumo, lacra económica, política y moral que hace al individuo tener más de lo que necesita, y despilfarrar, y poner su atención en las cosas, en la riqueza, en vez de en los seres humanos y en los bienes del espíritu.
Hoy el empobrecimiento de las masas es la tendencia prevaleciente en nuestro país. Tres millones de personas han visto caer sus ingresos un 20% desde el inicio de la crisis económica hace 7 años. Un 5% de la población es cada día más opulenta, mientras mengua el sector de ingresos medios y la mayoría de los asalariados se empobrecen. Hay una polarización social creciente, pues la riqueza, los medios de producción, distribución y cambio, se están concentrando en unos pocos multimillonarios y en el Estado.
A la vez, la socialdemocracia y el populismo siguen con sus sermones sobre “la redistribución de la riqueza”, que supuestamente ha de hacer el Estado. El art. 40 de la Constitución española ordena que “los poderes públicos(sic)” realicen “una distribución de la renta… más equitativa”. Han transcurrido 38 años desde su promulgación y lo acaecido es justamente lo opuesto. Esos son los resultados de la asignar al ente estatal la “realización de la justicia social”. Como se dice ahora, la Constitución, “blinda” los derechos sociales, estatuyendo el Estado de bienestar (en los artículos 40, 41, 43 y 44, sobre todo), con los resultados descritos… Conviene recordar que el texto constitucional fue obra de la izquierda sobre todo.
Quien más está sufriendo la crisis histórica que conoce Europa es la juventud. Para una parte mayoritaria y creciente de ella la vida es un torbellino de degradación, escasez material, humillaciones a diario y ausencia de futuro. Por el momento malvive a la sombra de sus padres y abuelos, pero ¿es eso vida o un vegetar en la desesperanza? Tiene que efectuar cuatro o más trabajos, precarios y viles, para alcanzar 500 euros de ingresos mensuales, y eso en el mejor de los casos. No puede emanciparse y menos tener hijos, salvo como un actuar épico. Sabe que nunca logrará el nivel de vida de sus padres, y la tentación de huir del país, de emigrar, es fuerte.
Así las cosas, el populismo izquierdista salta a escena afirmando que posee remedios institucionales para esa situación, en un mensaje dirigido sobre todo a los jóvenes. Para las elecciones del 26-J, IU y Podemos han presentado un documento en el que además de las promesas fuleras de siempre (aunque de él se han “caído” las más demagógicas), ofrece tal suma de ambigüedades, susurros y medias palabras que permite vislumbrar lo que realmente van a hacer: ya se están quitando la máscara.
Veamos la ejecutoria de sus “partidos hermanos”. En Grecia, Syriza y Alexis Tsipras están siendo los perfectos agentes de la Troika y el capitalismo alemán, con una sucesión de medidas que imponen al pueblo griego a una pobreza creciente. Tanto, que los días 6 y 7 de mayo fue convocada una huelga general contra el gobierno de Syriza, con enorme seguimiento, la cuarta que efectúan los trabajadores de ese país en menos de dos años contra la izquierda burguesa.
Tsipras-Syriza están ejecutando desde el gobierno justamente lo contrario que prometieron antes de llegar a él, y todo lo que entonces denunciaban. Llama la atención que, ahora, Iglesias-Podemos que, hasta hace poco ansiaba aparecer unido a sus colegas griegos, les evite. Pero, ¿qué honradez es la suya, cuándo no se atreve a dar una explicación de lo que está sucediendo en Grecia? No lo hace porque va a repetir aquí la misma política económica.
Venezuela y la “revolución (sic) bolivariana” es el otro modelo hasta hace poco muy publicitado por la izquierda pro-capitalista española, IU, Podemos y otros. Se suponía que dicho país iba a ser el nuevo “paraíso socialista”, todo consumo y abundancia, pero en sólo cinco años se ha transformado en uno de los más inclementes para las clases trabajadoras. Explicar lo que ha ocurrido allí es difícil, aunque algo podemos adelantar. El colapso económico proviene, al menos en parte, de un proceso de descapitalización colosal. La gran burguesía chavista está sacando los capitales del país, en busca de seguridad y alta rentabilidad, una vez que ha comprobado que su proyecto político ha fracasado y ya sólo piensa en enriquecerse. Eso contribuye a la quiebra de los servicios básicos, el colapso de las infraestructuras y la escasez creciente de los medios de vida más necesarios. El chavismo se dice “anticapitalista” porque es mega-capitalista.
En Brasil, el Partido de los Trabajadores en el gobierno desde hace más de un decenio, ahora en desintegración, ha llevado a la economía a una situación precaria: pobreza en ascenso, enorme inflación, elevado paro, altos impuestos, etc. Pero miremos más cerca, a Francia, donde la socialdemocracia, la izquierda, está realizando el programa económico que necesita el capitalismo y el Estado galo, con extinción de bastantes de “las conquistas sociales”, según la denomina “reforma laboral”. Lo que no podía hacer la derecha, por muy contestada en la calle, lo está haciendo la izquierda.
Podemos, y sus aliados, sobre todo IU (la envoltura del Partido Comunista), tienen un programa económico oculto, que se propone, por un lado, adecuar política y mentalmente a las masas a la pérdida de renta, ”derechos sociales” e ingresos y, por otro, implantar el modelo chino de economía, según las condiciones del sur de Europa.
El modelo chino de economía se sustenta en doce principios: extensa jornada de trabajo (10-12 horas diarias), salarios bajos, primacía de la industria sobre los servicios y la agricultura, concentración extrema de la riqueza en una minoría, régimen tributario depredador para enriquecer al Estado, retórica izquierdista (no se olvida que China está gobernada por el Partido Comunista), derechos sociales minúsculos, sobreexplotación laboral de las mujeres, exportación de bienes en vez de consumo interno, devastación de la naturaleza, represión policial intensa y política exterior imperialista. Eso es lo que Podemos-IU acarician imponer en España una vez estén en el gobierno.
El bloque populista-izquierdista será tanto más agresivo y empobrecedor cuánto más votos logre el 26-J. Si gana, emprenderá una ofensiva descomunal contra lasclases asalariadas, para llevarlas a la indigencia y sobre-explotación. Su actuar será una combinación de lo que se observa en Francia y sobre todo en Grecia, en el apartado de recortes, “reforma laboral” y “austeridad”, y lo que está sucediendo en Brasil y, sobre todo, en Venezuela, para la cuestión de la corrupción y el expolio de los recursos estatales. Ambos, en especial Podemos, intuyen que son flor de un día, que su desenmascaramiento va rápido, y que tienen que pensar en el futuro a la manera de los prebostes del chavismo, llenándose los bolsillos, lo que ya está haciendo en “los ayuntamientos del cambio”.
¿Cuál puede ser la estrategia juvenil contra la pobreza y la vida sin futuro? Un apartado es la abstención en las próximas elecciones, para golpear al sistema en uno de sus elementos más sensibles, la no incorporación a su aparato político-institucional. Otro la brega contra la herramienta principal del capital hoy para el empobrecimiento de las masas trabajadoras, Podemos e IU-PCE. Si se logra dañarla a corto o medio plazo, la implantación del modelo chino sufrirá un notorio quebranto.
Lo decisivo es la acción y la lucha en la calle: cuanto más de ella haya menor será el ascenso de la pobreza. No es casual que Podemos haya extinguido casi toda la acción combativa, además de las formas organizativas populares existentes. La gente, según él, sólo tiene dos quehaceres, votar al caudillo Iglesias y contemplarle en televisión. La calle tiene que volver a ser la palestra y el espacio de combate donde hacer morder el polvo a los tiranos, viejos y nuevos, y a los explotadores de toda laya. En cuanto se den las condiciones hay que contestar al bloque Podemos-IU con una huelga general, como en Grecia. Y luego con otras.
Hay que recuperar la esperanza de que la situación pueda cambiar, de que la lucha es el único camino. La lucha, no los hórridos trapicheos electorales ni las tramposas vías institucionales ni el estéril obrar legalista. Se ha de recuperar el gusto por la épica y la epopeya. Hay que mostrar a los explotadores y a sus lacayos de la izquierda que no somos una turba de esclavos sino gentes con fuerza, grandeza, acometividad, vitalidad y dignidad.
Por tanto, tenemos que pedir a los jóvenes que no se vayan, que no emigren que se queden. Emigrar es casi siempre un acto ruin, por egoísta y asocial, siempre positivo para los países ricos que reciben y dañino para las sociedades pobres o medias que emiten emigrantes. Vamos a ir poniendo en pie unos sistemas de lucha en la calle y autoorganización popular que obligue al gran capital y al Estado a retroceder cualitativamente. Eso puede hacerse y va a hacerse.
Hay que señalar que la meta final de todo ello no es reconquistar el nivel de consumo de hace diez años sino, por un lado, lograr lo mínimo para vivir de manera suficiente y, por otro, acumular fuerzas para la revolución. La revolución es un proyecto integral de mejora, emancipación, moralidad, hermandad y rehumanización, y entre sus metas no está el consumir más de lo necesario sino el vivir con lo menos posible. Pero vivir, no malvivir sin esperanzas ni horizontes, como acontece ahora con millones de adolescentes y jóvenes.
Por hoy lo dejamos aquí, pero se volverá a tratar del asunto, proponiendo un estudiado programa integral para la juventud, que permita a ésta recuperar la alegría de existir, el ímpetu combatiente y la confianza en el futuro. Hasta pronto, pues.
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Por cierto, algo que no mencionas en tu libro la democracia y el triunfo del estado.
Partiendo de la base de que casi todos los hombres utilizan su libertad para entregarse al mal, ¿no sería la opción menos mala privarlos lo máximo posible de libertad?
Visto de esta manera, el estado hizo lo correcto al llenarles la cabeza a nuestros paisanos de ideas que los tienen totalmente anulados.
gracias…
De economía no entiendes nada.
Hasta 1964 se descubrían y se abrían pozos de petróleo a buen ritmo. Hasta el año 1972 aumentó el consumo de energía per capita (y por tanto la riqueza per capita). A partir de ese año el consumo de energía per capita se mantuvo casi plano. Pero debido a que nuestro sistema económico se basa en la deuda y necesita un aumento exponencial para seguir funcionando, ello provocó que seamos cada vez más pobres desde entonces. Estamos en estanflación desde el año 72. Lo que significa bajo o nulo crecimiento de la economía real, junto con elevada inflación, desmesurado crecimiento de la deuda, exceso de crédito, y burbujas sucesivas que arrasan la economía y nos hunden en la miseria cada vez más.
El beneficio que genera aumentar el consumo de energía en un país en vias de desarrollo, es mayor que el que genera aumentarlo en un país ya desarrollado, debido a la ley de retornos decrecientes. Cuando el suministro de energía empezó a mostrar sus fallos a partir del 72, el consumo de energía se trasladó a los países en desarrollo porque era donde la energía rendía más. Es decir: los procesos que requieren un uso intensivo de la energía (los procesos industriales) se transfirieron de las naciones desarrolladas a las naciones en desarrollo. Los procesos que no requieren un uso intensivo de la energía (los servicios) se quedaron donde estaban. La clase media de los países desarrollados se fue a tomar por saco.
Los gobiernos de los países desarrollados intentaron potenciar el sector servicios, aumentaron el gasto público, y tomaron diversas medidas. Todas sus medidas no sirvieron ni pueden servir de mucho porque la economía real está en proceso de desmantelamiento. Y encima de que sus medidas no lograron mucho por mejorar la situación, aumentaron nuestra deuda hasta el infinito y crearon toda clase de burbujas.
A partir del año 2002 la economía global entró en una situación grave: los productores de energía eran incapaces de atender la demanda. Recurrieron a sus reservas para atender al mercado. Pero a partir del 2005 las reservas se habían agotado y la economía del mundo entero entró en una espiral destructiva. La escasez de energía provoca una subida del precio de la energía, que a su vez provoca un desplome de la economía y por tanto de la demanda de energía. Lo cual a su vez provoca la bajada del precio de la energía y por tanto la ruina de las empresas que se dedican a generar energía. Con cada nuevo ciclo el proceso se acelera y es más devastador que el anterior, porque cada vez hay menos empresas dedicadas a la generación de energía.
Eso a nivel global. Si hablamos del caso concreto de España, nuestro mayor problema es que tenemos las pensiones más altas del mundo, tenemos unos funcionarios que cobran el cuadruple que en el sector privado, y tenemos toda clase de grupos privilegiados que votan al gobierno porque es el gobierno el que mantiene sus privilegios.
Lo que habría que hacer es bajar las pensiones, bajar los salarios de los funcionarios, y acabar con los grupos privilegiados. Pero en realidad con eso no cambias mucho la cosa: la economía se va a desmantelar de todos modos porque fallan sus bases.
Hagamos lo que hagamos la economía se va a desmoronar. Porque el problema no tiene solución. Todo lo más que se puede hacer es intentar que el proceso tenga lugar de forma progresiva.
Tienes unas carencias tan colosales, que asombra.
PD: Y por cierto los inmigrantes nunca enriquecen salvo que traigan mucho capital consigo.
Heriberto farsante !
Joder macho, estás fatal de la perola. Deja el Internet un rato.
Podrías tener un poco más de respeto al exponer tus teorias.Puede que el autor del blog se equivoque en algunos de sus planteamientos,qué duda cabe,pero,¿quien acierte en todo?La vida es muy compleja como para poder discernirla en su totalidad.No sé de qué cátedra te has caido,pero sí que puedo decirte que el planteamiento de que los inmigrantes no aportan dinero a una sociedad es absurdo.En muchos casos es directo.Gente que viene para incorporarse a trabajar sin gastar un centimo al pais,directamente.Todo lo que hace es producir y consumir,con la excepción de la salida de dinero al extranjero mandado para sus familias.Pero aquí la inmigración mayoritaria es la sudamericana y gasta a manos llenas.
Es mas, el segundo comentario corrobora el cálculo del propósito de la alianza:
"lo que habría que hacer es bajar los sueldos y bajar las pensiones"… y olé.
Hola
El segundo comentario, me recuerda a algunas anecdotas con personas a las que le explicas una cosa que has descubierto y ellos sin haber comprendido nada de lo que les acabas de explicar, te repiten la misma doctrina que uno ya sabía.
El tercer comentario, mas de lo mismo. No parece que sepa que es la libertad.
Me ha gustado el texto de Félix. Gracias.
Saludos
Hace muchos años que me lo dijo mi abuela, hablando de política: "No te engañes, hija, que son los mismos perros, pero con distintos collares"
Siempre he hecho caso a sus consejos y comentarios porquue rara vez fallaba, aquí una prueba.
Ahora el Presidente de la patronal pide, entre otras cosas, la disminución de los salarios,¿que quiere? ¿ que trabajemos a cambio de un plato de sopas o un bocadillo?
Estaría muy interesado en ese estudio acerca de la situación de la juventud, colectivo en el que me encuentro, que comentas. ¿Podrías hacernos un extracto o sinopsis de lo que quieres hablar en él? Porque el futuro es muy negro, y vale, podemos irnos al monte a vivir del trueque, pero, ¿de dónde sacamos la tierra y la casa sin vivir bajo la sombra de algún casero? Y en la ciudad, ¿qué hacemos sin dinero? Y la juventud de hoy, amansada, ¿de dónde sacará las ganas de hacer ese esfuerzo titánico, si no es capaz de dejar el móvil, PlayStation y demás cacharros hedonistas?
Yo creo que no hay esperanza más allá del fuego purificador de un colapso repentino, que reviva lo humano que queda en nosotros, o nos eche al cubo de basura de la Historia. No se si estaré en lo cierto o no, pero el panorama es desolador.