RETORNA TRUMP. Un perro aún más feroz, pero con distinto collar

Desacreditadas la izquierda, el progresismo, el feminismo, el ecologismo, la socialdemocracia, la islamofilia, el inmigracionismo y el racismo antiblanco explícito por el tremendo rechazo popular que han ido suscitando sus dementes y criminales políticas, ahora los altos poderes del Estado están designando a la extrema derecha para que lleve adelante esas mismas políticas, aunque ocultas tras una verborrea diferente. En EEUU y en prácticamente todos los países europeos, Alemania, Holanda, Francia, Italia, Austria, etc. Pronto también en España. Y sin olvidar a Argentina, donde el anarcocapitalista Milei está mostrando al mundo qué es el anarquismo en la práctica.

Lo que ha ido haciendo la izquierda ahora lo tiene que culminar y llevar hasta sus últimas consecuencias la extrema derecha. Digo la extrema derecha, ni siquiera la derecha. Así son de graves los grandes problemas de nuestro tiempo. Por eso los poderes constituidos tienen necesidad de una locuacidad politiquera más “radical”, más tremendista.

Trump viene a lanzar la tercera guerra mundial contra Rusia y China, llenar su país de emigrantes, reforzar un capitalismo que se desmorona con la sobreexplotación de las clases trabajadores, elevar aún más los impuestos, establecer una economía de guerra con unos precios todavía más elevados, hacer que las condiciones de trabajo sean todavía más terribles y enfermantes, prohibirlo todo definitivamente haciendo que se esfume ya totalmente la libertad y las libertades individuales, triturar a las mujeres culminando la feminicida actividad del feminismo, llevar a sus últimas consecuencias las anomalías climáticas y sus terribles consecuencias, poner al islam en el centro de la sociedad como religión principal del Estado (por eso el fascista régimen saudí ha manifestado su “satisfacción” con el triunfo del republicano), relanzar el imperialismo yanqui depredador y expoliador por todo el mundo, imponer el inglés como neolengua patológica planetaria única y obligatoria, reafirmar el poder del Pentágono en EEUU, haciendo que el país sea ya una dictadura militar explícita, multiplicar la fuerza y presencia del “complejo militar-industrial”, obligar a todos a admitir la autoridad sanitaria sustentada en la sobremedicación y la vacunación obligatoria, aniquilar definitivamente a la “basura blanca” (los 70 millones de trabajadores de esa etnia en EEUU, que su Estado está eliminando físicamente) llevar a un máximo de poder al Estado policial, lanzar y armar a los grupos neonazis, conspiracionistas y fascistas como bandas armadas parapoliciales para instaurar un régimen de terror callejero, fortalecer la OTAN en Europa, exhortar a la Unión Europea a que se sume a su carro de guerra, realizar en EEUU la agenda 2030 e instaurar el poder absoluto del capitalismo financiero y el dinero digital en todo el mundo.

Trump está culminando la construcción de un régimen militarista, totalitario y fascista. Justamente el que desde hace mucho que ha estado edificando la izquierda y el feminismo. Ciertamente, Kamala Harris habría hecho lo mismo, pero carece del suficiente apoyo popular para ello, por su izquierdismo, racismo antiblanco, progresismo y feminismo. De ahí que los poderes reales hayan impuesto que sea perdedora. El tiempo de hegemonía de sus ideas ya ha pasado.

Frente a la maldad de la extrema derecha y a la perversidad de la izquierda, que son lo mismo en sus programas reales, la tarea es continuar con el esfuerzo por la revolución popular integral comunal.

Ahora la extrema derecha está muy crecida en todo Occidente, y en España quizá más. Hacia ella afluyen enormes cantidades de dinero, y sus agentes se frotan las manos de gusto con lo que van a recibir, en empleos institucionales, aportaciones del gran capitalismo a través de sus Fundaciones, bonificaciones para propaganda y adoctrinamiento, etc. Muchos youtubers y activistas en la Red, que llevan años sirviendo el programa neonazi de la extrema derecha conspiracionista, creen que ha llegado su momento, desplazando a los agentes izquierdistas, inmigracionistas y feministas, para quedarse con lo muchísimo que estos han tenido y llenarse los bolsillos.

Pero todo lo que se institucionaliza se desacredita y se hunde. La victoria de la extrema derecha hoy es su derrota mañana.

Un “mañana” que llegará bastante pronto, debido a lo rudimentario y zafio, a lo ferozmente liberticida, pro capitalista y militarista, de sus formulaciones y actuaciones. En poco tiempo, los extremistas de derechas, conspiracionistas y otros neonazis pro Trump estarán atrapados en sus propias contradicciones, puestos en evidencia por lo que hacen, desacreditados en su locuacidad y enfrentados con las gentes de las clases populares. Y entonces habrá llegado nuestro momento, el momento del ideario revolucionario.

Por eso, vamos a incrementar su denuncia ya desde ahora, a través de tratar los grandes problemas de nuestro tiempo conforme al ideario y programa de la revolución integral, y de mover la calle contra el matonismo, militarismo, belicismo y sobreexplotación de los gobiernos de extrema derecha y sus agentes. Cuando ésta se ponga en evidencia, al mismo tiempo que la izquierda continue deprimida, desacreditada, refutada desde la realidad y desarbolada, habrá llegado nuestra gran oportunidad.

A quienes son de ideas izquierdistas les digo: estas son las consecuencias de vuestras formulaciones, un auge sin precedentes del fascismo en todo Occidente. Sólo el ideario y programa de la revolución integral sirve para parar primero y luego derrotar a la extrema derecha, así que veníos con nosotros. Leed Bases para una revolución integral, y en cuanto esté editado, pronto, mi “Manual para una revolución integral comunal”, en dos tomos. Sobre ambos textos, vamos a desplegar un esfuerzo activista, organizador y movilizador que nos va a situar en buenas condiciones para realizar en la práctica la tarea de la revolución. Somos antifascistas porque somos revolucionarios.

La ideología izquierdista y sus derivaciones está envejecida y gastada, difícilmente puede actualizase y revivirse, aunque habrá quien lo intente. Se ha desacreditado y agotado al ser desde hace muchas décadas la favorita del capitalismo. Ya carece de futuro.

El feminismo se ha venido igualmente abajo. Tras tantas perversidades y agresiones, con tanto dinero ganado por sus jefas, hoy está acabado, de manera que vivimos el tiempo del postfeminismo. El movimiento RI está en condiciones de plantear en la teoría, en el programa y en la acción las nuevas actividades emancipadoras de la mujer para el ahora, contra la izquierda feminazi y la extrema derecha. Trump va a lanzar la guerra mundial, y las mujeres van a ir obligatoriamente a la guerra, a matar y a morir como soldados femeninos, pues esa es una de las “grandes conquistas” del feminismo, y únicamente la RI se opone a ello, con un plan de acción para combatirlo y superarlo. Por eso, amiga, vente a la RI, súmate a ella.