Saludos Joan
Ya he manifestado verbalmente, en vídeo, mi desacuerdo con los contenidos y los métodos del encuentro “Sentido comunal. Comunalismo y decrecimiento”. También he disentido de la mayoría de lo que recoges en el blog “Reconstruir el comunal”, mucho de ello notablemente procapitalista y proestatal, en consecuencia, no comunal y anti comunal.
Cuando alguien del público te preguntó por qué no estaba yo en el encuentro, contestaste que, aunque mi persona tenía de positivo haber recuperado la memoria del comunal, no me habías llamado como ponente porque en determinadas cuestiones sostengo ideas inasumibles… Pero no expusiste cuáles son esas ideas.
En tu blog me has ninguneado desde el principio, a la vez que me has ido copiando, plagiando diría, una parte de lo que iba elaborando sobre el comunal. Pero generalmente copias mal, sin comprenderlo, sin diferenciar lo que es comunal de lo que no es más que capitalismo y estatismo. Tu blog es tan “permisivo” que, da la sensación de que a punto estás de admitir como instituciones igualmente “comunales” a, pongamos por caso, el banco Sabadell, la guardia civil, etc. Pero, Joan, no todo es comunal.
Lo de plagiarme (desacertadamente) sin citarme tiene un problema añadido, que quien entra en tu blog no puede contrastar lo que dices con lo que digo yo; no puede, en consecuencia, diferenciar y verificar los contenidos. Eso origina confusión y permite a todo tipo de gente ansiosa de beneficios, de muy variada naturaleza, vender sus averiadas mercancías verbales como “comunal”. Eso es engañar, manipular, a las personas. Eso es inmoral.
Has actuado igual que el sistema de poder, ocultándome, negándome, es decir, censurándome. Para que mis ideas no se conozcan. A mi me escondes y a, por ejemplo, los decrecentistas que son explícitamente procapitalistas y abiertamente partidarios del Estado, los colocas en el centro. A ellos y a otros como ellos. Así pues, te pregunto, ¿de qué lado estás?, ¿con quién te alineas? Obviamente con el poder constituido.
El sentido objetivo del encuentro citado es recuperar el comunal para el Estado y el capitalismo, preparar las condiciones para que deje de ser un vocablo revolucionario y se convierta en un elemento más de la panoplia mediática y propagandística de la reacción, en un momento sucesivamente más difícil para el sistema de poder, debido a la acumulación e interpenetración de problemas y contradicciones cada vez más agudas.
Es probable que, además, tras la turbia fanfarria del encuentro, esté la decisión del Estado español de primero estatizar y luego vender todo lo que todavía sobrevive del comunal, unos 7 millones de hectáreas, conforme a un proyecto de ley que existe desde 2010. Tal proyecto se propone convertir la propiedad comunal en propiedad pública, o sea, estatal, operación que sería apoyada por los que contigo están, ya que casi todos ellos consideran que “lo público” es magnífico y es “equivalente” (sic) a lo comunal.
Así pues, lo que has contribuido a organizar tiene dos objetivos a cuál más lamentable, recuperar para las instituciones la noción y categoría del comunal, y preparar a la opinión pública para la estatización y venta de todo el comunal subsistente. ¿Me equivoco? Hay un tercer objetivo, dotar a una extrema izquierda en bancarrota, anticuada, envejecida y desnortada, de una nueva idea directriz a la que aferrarse para sobrevivir, la categoría de comunal.
Pero quiero creer en tu buena fe, y por eso te voy a hacer unas propuestas.
Uno. Debes distanciarte públicamente de los contenidos y el método del citado encuentro.
Dos. Tendrías que exponer cuáles son tus diferencias, al parecer tan enormes, conmigo. Luego las debatimos públicamente.
Tres. Sería bueno que tu blog entrase en una nueva etapa, eliminando de él lo que es chatarra reaccionaria y dejando lo que verdaderamente es comunal.
Voy a constituir la asociación “Recuperar el comunal”, y desde ella voy/vamos a luchar con la mayor energía por la verdad del comunal y contra los oportunistas que desean usar en beneficio propio el término.
Finalmente, te hago saber que mi “Manual para una revolución integral comunal” destina muchas de sus 830 páginas a esclarecer lo que es y no es comunal, es decir, lo que es y no es revolución. A él te remito.
Con afecto