Los colectivos abajo firmantes:
Comunicamos nuestro apoyo al proyecto comunitario y repoblador del pueblo de Fraguas.
Compartimos el valor de la rehabilitación, desde la humildad pero con seriedad y rigor, de los espacios que habitamos con nuestros propios medios, dando nueva vida a muchos de estos lugares en situación de abandono o deprimidos.
Reclamamos el derecho de uso y el usufructo de los pueblos de propiedad pública abandonados por las administraciones.
Defendemos un modelo de sostenibilidad, equidad social, horizontalidad y anticipación a través de la implicación directa.
Realizamos una labor que consideramos social e importante en el mantenimiento del patrimonio humano y de lucha por la defensa del medio ambiente y conservación de la biosfera a través del cultivo ecológico respetuoso con nuestro medio.
Nuestras experiencias, con su larga trayectoria, son ejemplos vivos de que la labor que hacemos es sostenible y viable. Sufragamos nosotr@s la reconstrucción sin causar gastos al erario público.
Nos tomamos muy en serio nuestra forma de vida. Somos gentes que vivimos y parimos a nuestr@s hij@s
en el medio rural y desarrollamos nuestra actividad cotidiana en él.
Queremos poner en valor la realidad en la que vivimos, sin excluir a nadie. Queremos conservar la memoria de nuestras abuel@s y antepasad@s. Entendemos a quienes se han visto obligad@s a abandonar el campo y defendemos, respetamos y admiramos a l@s que nunca se fueron.
No nos quedaremos de brazos cruzados ante esta nueva agresión contra la ruralidad mientras existan ejemplos reales de agresiones al medio natural y social. Agresiones que no solo no son castigados por la ley, sino que incluso se disfrazan de interés social y terminan justificando la destrucción de lugares, que podrían ser habitados, para beneficio de unos poc@s.
Responsabilizamos de estas agresiones a las administraciones que ocultan en sus medidas para frenar la despoblación a intereses privados y partidistas que no entienden ni quieren entender la realidad de la ruralidad.
Desde sus despachos, con una mirada de superioridad y con sus actuaciones y leyes, están destruyendo la ruralidad y sus formas de vida. No conciben otra alternativa que no pase por los beneficios económicos de macroempresas agroganaderas, cuyos directivos a menudo ni viven en el lugar de producción y precarizan
todavía más los salarios y la vida en los pueblos. De este modo llevan decenios despreciando y ahogando una cultura de sostenibilidad y equilibrio con el medio, que se forjó durante milenios de historia y tradición.
Para, en el mejor de los casos, convertir los pueblos y sus paisajes en grandes escaparates donde los turistas de las ciudades puedan comprar souvenirs, contribuir a la degradación del medio ambiente y terminar con la sonrisa y la foto de recuerdo vacacional.
Existimos muchos otros colectivos en el Estado español, iguales a l@s compañer@s de Fraguas, que llevamos decenios realizando la misma tarea vital de repoblación, sin ser, por ello, criminalizados.
Por todo lo anterior denunciamos la actitud tajante, represora y nada dialogante de la Junta de Castilla La Mancha y exigimos la retirada de las denuncias que pesan sobre l@s repobladores de Fraguas.
Ponemos nuestra experiencia, conocimientos y capacidad a disposición de la defensa de los valores expresados, en las circunstancias que hay o que pueda haber, para la continuidad y el desarrollo de este joven y esperanzador proyecto de Fraguas.
Por un mundo rural vivo. ¡Fraguas no se toca!