La primera lectura pública del Manificesto por El COMUNAL en Andalucía se celebró en Málaga, cerca de Bobastro

La primera lectura pública del Manifiesto por El Comunal en Andalucía tuvo lugar en la sierra Alpujata, en la provincia de Málaga, el día 13 de octubre de 2023. Esta formación montañosa, ubicada en el término municipal de Coín, pertenece a la Serranía de Ronda y separa el valle del Guadalhorce de la Costa del Sol.

La elección de este enclave está relacionada con su cercanía a los restos arqueológicos de Bobastro, una ciudad clave en la revuelta mozárabe contra el emirato de Córdoba, protagonizada por Umar Ibn Hafsún, en el siglo IX.

La lectura corrió a cargo de Pura Fernández y contó con la presencia de los participantes en el curso sobre El COMUNAL en Andalucía impartido por el investigador, Félix Rodrigo Mora, en Pizarra, el día anterior, 12 de octubre.

Bobastro fue un gran recinto amurallado que durante los siglos IX y X sirvió como refugio a Umar y sus seguidores. Por su situación estratégica, y casi inexpugnable en las montañas malagueñas, se erigió en cuartel general de la mayor ofensiva rebelde contra el poder cordobés durante cincuenta años, un periodo más prolongado de lo habitual en este tipo de insurrecciones, frecuentes pero rápidamente sofocadas. Se dió la circunstancia de que la rebelión se extendió tras la muerte de Umar (918), ya que sus hijos tomaron el relevo en su lucha. Su hija Argentea fue la última en entregarse a las tropas del futuro primer califa, Aberramán III, en el año 928.

Bobastro y el Comunal

Durante la visita a las ruinas de la iglesia del yacimiento de Bobastro, datada por algunos historiadores en el siglo VII, Rodrigo Mora realizó una breve disertación sobre el hito que representó la rebelión de Umar y su relación con la sociedad comunal establecida en el norte de la península ibérica durante el mismo periodo. 

Según el historiador, el levantamiento de Omar surgió del campesinado y otros sectores descontentos por la opresión del emirato. Y afirmó que su reacción contra el poder fue un acto de defensa de su cultura, la iberoromana, que estaba siendo aplastada por el imperialismo musulmán.

Umar renunció a su nombre árabe y eligió un nombre latino, Samuel, lo que representa una reivindicación étnica para Félix Rodrigo. En su opinión,  las revoluciones siempre han tenido un componente étnico, de reivindicación de lo local y autóctono, frente a los imperios extranjeros, impuestos por la fuerza y totalizadores, que homogeinizan destruyendo lenguas, culturas, leyes, normas, costumbres, etc.

Un ejemplo habitual que cita Rodrigo Mora, y que volvió a referenciar en Bobastro, es la revolución Bagauda,  surgida en el norte de la península y que que logró triunfar en el sur de Francia en el siglo X, al contrario que la rebelión de Omar o la de Espartaco, diez siglos atrás, en Macedonia. También recordó a los rebeldes donatistas, que en el siglo IV se levantaron en el norte de África, en la actual Argelia, contra la ocupación romana.

“Sin embargo -afirmó el escritor- el fracaso no las hace menos importantes”, situando a Bobastro y la revuelta mozárabe protagonizada por Samuel entre las “rebeliones que fueron constituyendo la Europa moderna de las libertades, y del autogobierno popular que dio a luz a la cultura concejil y comunal”.

Los acontecimientos, datos y consideraciones que sustentan esta teoría de Félix Rodrigo están recogidos en varias de sus obras, especialmente en la que lleva por título: “Naturaleza, ruralidad y civilización”.

Más información sobre El Comunal se puede obtener en su libro con este título y en sus sitios web:

https://www.recuperarelcomunal.net/el-comunal/

https://felixrodrigomora.org/

https://revolucionintegral.org› mitos-de-la-edad-me…

 

Manifiesto por el Comunal en Andalucía

El comunal está en el corazón de lo andaluz, aunque se nos haya dicho que “en Andalucía no hay comunal”. Ahí están, para refutar el tópico, las Hazas (parcelas agrícolas) de la Suerte de Vejer de la Frontera y Barbate. Su extensión, en total, es de unos cientos de miles de hectáreas.

Hasta la desamortización (privatización por el Estado español del comunal y posterior venta a gente adinerada) del siglo XIX, en muchos pueblos y villas de Andalucía los comunales eran más del 50% y, a veces, más del 90% de la tierra. Y existía, asimismo, la artesanía e industria comunal, poderosas.

Está, además, lo comunal, como sistema social integral, sociedad moral, manera de entender el mundo, cosmovisión holística y modo de concebir al ser humano. Porque la sociedad comunal es muchísimo más que unos bienes productivos compartidos. De todo ello hay mucho que aprender, para resolver los complejos y graves problemas de nuestro tiempo.

El comunal es pasado, presente y futuro. Fue, todavía es y será. Es a lamentar que Blas Infante, el intelectual burgués declarado “padre de la patria andaluza”, adoptase ante el comunal andaluz una actitud despreciativa y tópica, mostrando con ello su colosal ignorancia de lo que es Andalucía.

Para remediar tanta ignorancia, olvido e incomprensión, estamos efectuando Cursos Presenciales sobre el Comunal en varios pueblos de Andalucía.

Proponemos un sistema de democracia directa, que sustituya al parlamentarismo partitocrático liberticida, cuyo centro ha de ser la asamblea gubernativa, o concejo abierto. No hay comunal sin concejo. Éste debe irse constituyendo ya en barrios, pueblos y ciudades, para crear un régimen de doble soberanía.

Andalucía necesita un régimen de democracia directa, con derecho consuetudinario andaluz, enfrentado al derecho positivo español y de la UE.

Puesto que el comunal es un régimen de economía moral, mientras que el capitalismo es un orden amoral entregado al mal, proponemos hacer de Andalucía una sociedad moral sustentada en valores, conforme a los criterios de la ética popular.

La promoción de las libertades individuales y colectivas frente a todas las agresiones: policiales, jurídicas, políticas, económicas, sanitarias, mediáticas, etc., es otro de nuestros objetivos, pues planeamos una revolución de la libertad.

Deseamos recuperar la verdadera historia de Andalucía, haciendo un homenaje en Bobastro a Omar Ibn Afsum/Samuel, el héroe del pueblo andaluz que luchó por una sociedad comunal y un régimen de democracia directa concejil.

Andalucía debe recobrar su cultura popular, su sabiduría ancestral y su idiosincrasia, contra el folklorismo, la anglosajonización y la aculturación, impuestas desde arriba, conforme a las condiciones del siglo XXI. Es ésta una tarea cardinal que necesita ser debatida y planificada cuanto antes.

El pueblo andaluz, una vez recuperada su soberanía con el régimen de democracia directa, tiene que participar en la fundación de la Europa de los Pueblos, opuesta a la Europa de los Estados que impone la UE y la OTAN.

Cuando el mundo se adentra en una nueva guerra mundial, debido a la pelea de dos bloques imperialistas por el dominio del planeta, hay que denunciar y combatir por igual a los dos bandos. La juventud va a ser llamada a incorporarse al ejército, ¡tenemos que impedirlo!

Andalucía se agota demográficamente, pues no nacen apenas niños. Hay que promover la natalidad, principalmente obteniendo una sociedad de la libertad erótica y amorosa.

En oposición a las trasnacionales capitalistas, a la Unión Europea y al Estado español vorazmente tributario, hay que repensar y reorganizar la economía andaluza, apoyando a la pequeña y mediana empresa y a los bienes comunales que aún subsisten, para alcanzar una economía autocentrada, creativa, de arraigo local y comarcal y de orientación comunal.

El trabajo libre cooperativo y la fiesta popular por participación son dos legados sustantivos de la cultura popular andaluza, a recuperar hoy, contra el salariado neoservil y la fiesta-mercancía degradante.

Rechazamos el régimen de monocultivo que impone la PAC (Política agraria Común), pan para hoy y hambre para mañana. Deseamos diversificar y forestar una Andalucía que se desertifica, sin bosques y sin agua.  Hay que efectuar una planificación integral de la agricultura y de toda la actividad productiva andaluza desde los principios de la economía comunal revolucionaria.

Aspiramos a que la juventud se haga cargo de la tarea de refundar una Andalucía comunal, superando el letargo y desmovilización en que se encuentra. La fusión entre la juventud y la idea comunal será una inmensa revolución.

Nuestro proyecto excluye lo institucional. No queremos relación con los partidos políticos ni nos proponemos ser un partido político, ni deseamos recibir subvenciones. Esperamos la regeneración de Andalucía exclusivamente del esfuerzo y el compromiso de su sociedad civil popular.

Quienes deseen colaborar en la redacción definitiva del presente Manifiesto, organizar en su territorio un Curso sobre el comunal o unirse a nuestro proyecto pueden dirigirse a la siguiente dirección:

Félix Rodrigo Mora
luchayservicio arroba gmail punto com