HACIA UNA ACTUACIÓN GLOBAL (1). Aportación

Continuando lo expuesto en mi anterior artículo editado en esta página, “Propuesta a quienes me siguen[1], y siguiendo lo debatido en el VI Encuentro RI, paso a concretar diversos aspectos de sus contenidos.

Hasta ahora, como movimiento o corriente RI (Revolución Integral), hemos ido tratando y llevando a la gente varios asuntos parciales: naturaleza del ente estatal, denuncia del feminismo de Estado y procapitalista, intima unión entre capitalismo y Estado, necesidad de la revolución[2], ineficiencia productiva y criminalidad laboral del grancapitalismo actual, ética del trabajo libre, denuncia del inmigracionismo neonegrero y racista antiblanco, seres nada y autoconstrucción del sujeto, rechazo del proyecto de la Unión Europea para islamizar Europa, defensa de las libertades individuales y la libertad de conciencia, condena de la izquierda fascista y procapitalista, rechazo de la medicina estatal yatrogénica establecida por el Ministerio de Sanidad y la OMS, recusación de la mascarilla obligatoria y de la vacunación forzosa, apología de las libertades individuales,  defensa y desarrollo de la cultura popular de los pueblos de la península Ibérica, inclusión en la alimentación humana de las hierbas y frutos silvestres, respaldo a la liberación de los pueblos oprimidos por el Estado español y, para el caso de Cataluña, repudio de la farsa españolista y procapitalista del “procés”, exposición de la catástrofe demográfica en curso y defensa de un revolución erótica, condena de todos los imperialismos hoy en pugna, y rechazo del imperialismo ruso que invade Ucrania, desarrollo del Proyecto Arrendajo para forestar con bellotas, popularización y reivindicación del comunal, de la economía comunal y de lo comunal, por citar los más importantes.

Esto, con todos sus méritos, no es suficiente, también porque es parcial.

Cada uno de ellos es sólo parte, y nunca hemos pasado de lo parcial, nunca hemos tratado, en tanto que acción política revolucionaria, del todo. Ahora necesitamos una propuesta holista, global, que abarque la integridad de los asuntos hoy en debate público, aprehendidos desde la realidad.

Necesitamos de una práctica política, cultural y social que parta de esa totalidad, con la intención de que el movimiento RI sea decisivo en el panorama político como fuerza revolucionaria, contra el reformismo soplagaitas, los grupos y partidos estatuidos por el CNI, los mercaderes políticos de la partitocracia, las religiones políticas y sus jaurías, los golfos financiados por la CIA, o por el imperialismo ruso, o por China (o por todos a la vez), los parleros conspiracionistas de extrema derecha, el nuevo franquismo constitucionalista y demás fuerzas del conservadurismo.

Así pues, ya se nos ha quedado pequeño hacer sólo el Proyecto Arrendajo, o el comunal, etc., ahora tenemos que estar en el todo. Día a día.

¿Por qué? Una razón es el desarrollo interno del proyecto e ideario RI, pues hemos alcanzado el punto es que hacer eso es posible. Y además necesario, pues si no lo hacemos, sufriremos un gran retroceso, por decir lo menos. Estamos a punto de tener dos documentos decisivos, el Manifiesto y el Manual, que empujan en esa dirección.

Otro elemento es el agravamiento de todas las contradicciones objetivas propias e inherentes al sistema de poder tiránico actual, hasta el punto que el sentimiento de que “esto”, el actual orden social, marcha a la deriva y va de mal en peor, se está generalizando, estado de ánimo que nos es muy conveniente. La súbita explosión, a partir de 2022, de militarismo, rearme, guerra, preparativos bélicos, pobreza, escasez e inflación a escala de todo el planeta agudizan esa percepción.

Un tercer factor es la quiebra acelerada de las nuevas formaciones y fuerzas políticas que el sistema de dominación va creando. Desde 2014, hace sólo 8 años, ha lanzado y gastado tres de importancia, la izquierda procapitalista institucionalista, ahora en el gobierno, el “independentismo catalán” embaucador y farsante del “procés” y el nuevo franquismo demagógico y vociferante, y eso por no referirme a las sectas de internet, que tras la traición perpetrada en los años 2020-2021, cuando encauzaron por vías anodinas y conformistas el movimiento popular en contra de la política sanitaria del ente estatal español y la OMS, ahora son apenas nada.

Esta incapacidad del sistema para generar sus propias propuestas con presencia real en la base de la sociedad, lleva al actual régimen, formado por políticos-mercenarios, intelectuales-mercenarios y activistas-mercenarios, que no creen en nada salvo en el dinero. En unos pocos años, el poder constituido se ocupará de arreglar esto -lo que no le va a ser fácil, debido a su destructividad inherente- pero mientras tanto las condiciones nos son favorables. Nos beneficiamos del vacío político existente.

Las formaciones y grupos reaccionarios de toda laya tienen como enemigo decisivo a la realidad. Se han acabado los “buenos tiempos” en Europa, y quienes hacen política pensando en ellos no logran situarse en el ahora…

Mi propuesta, en las actuales condiciones, es convertir al movimiento RI es una fuerza que aspire a la hegemonía en el teatro de operaciones de la acción política, ideológica y cultural, que no se queda es cuestiones aisladas, parciales, sino que dirija la atención de las gentes hacia lo decisivo global. Por tanto, hacia la revolución. Debemos hacerlo, y podemos hacerlo, siguiendo la máxima clásica de “si debo, puedo”.

Nuestra meta es llegar a ser un movimiento con arraigo social, alejado absolutamente de las instituciones y sus corruptelas, capaz de llevar sus formulaciones a la opinión pública en todas las circunstancias, que sea apto para convocar y realizar acciones en la calle y que posea una implantación apropiada.

Para realizar esta estrategia, hay que reformular lo esencial de nuestra línea de acción, colectiva e individual. De qué modo lo haremos, cómo lo realizaremos en la práctica, lo trataré en la segunda parte de este texto.

(continuará)

[1] Ruego, a quienes no lo han leído, que lo lean, y además lo estudien. Y a quienes lo han leído, que vuelvan a hacerlo, y a estudiarlo.

[2] Como: a) inevitabilidad de la constitución de situaciones revolucionarias periódicamente, en todas las sociedades y también en la actual, b) posibilidad de, si se ha trabajado anteriormente a su constitución, para sacar partido de ellas, lograr realizar efectivamente la revolución en el marco de una de esas situaciones revolucionarias objetivamente conformadas.