El feminismo, la guerra y la mili

Europa va a la guerra con Rusia, por tanto, también con China. Una espantosa guerra injusta por ambas partes, imperialista, de conquista. El conflicto en Ucrania está provocando enardecidos preparativos bélicos en todos los países, entre ellos la próxima incorporación forzosa al ejército español de las personas entre 18 y 53 años, hombres y mujeres[1].

En varios países europeos existe la mili, el reclutamiento obligatorio, en Dinamarca, Austria, Grecia, Suecia y otros[2]. En Alemania será reintroducida en 2025, y en Francia el gobierno va a incorporar, con el apoyo de la izquierda, 600.000 jóvenes al ejército, la mitad mujeres.

En Alemania el partido feminista/feminazi Los Verdes es el más belicista[3], el que más aboga por la ampliación numérica del ejército. Por eso se habla de “feminismo imperialista” y de que “las jefas feministas son asesinas por dinero”[4], refiriéndose a las jerarcas de aquel partido que, entregadas al “complejo militar-industrial” germano, exigen la militarización, lo que las está enriqueciendo… Su meta es incorporar al ejército 400.000 mujeres jóvenes y otros tantos varones.

En España, la feminista e izquierdista ministra de Defensa, Margarita Robles, ya ha expuesto repetidamente que el país debe prepararse para la guerra, aunque por el momento calla sobre la mili, abolida en 2001. Pero ya hay un cierto número de periodistas e “influencers” belicistas que tratan el asunto, pidiendo a gritos su reimplantación.

El ejército español, con 150.000 efectivos, necesita incorporar unos 350.000 hombres y mujeres, no sólo para la guerra en Europa sino también para la guerra en África, contra Rusia y también contra China.

Como expongo en mis libros, artículos y vídeos, el feminismo es Estado policial, belicismo, violencia, pro capitalismo, negación de las libertades y, por todo ello, fascismo en las condiciones del siglo XXI. Las feminazis son neonazis en su ideología, programa y actuación.

Las mujeres serán carne de cañón en beneficio del Estado feminista español, así como de la gran empresa trasnacional capitalista, siendo obligadas a ir a matar y a morir al este de Europa y a África. Unas 175.000 entre los 18 y 53 años serán reclutadas, entrenadas y enviadas al frente de batalla. Quienes se resistan, se escondan o deserten van a ser castigadas con largas penas de cárcel y fuertes multas, ellas y probablemente también sus familias.

Amigas, hay que ponerse en pie y pelear. Mis propuestas son:

  1. Denunciar a la más agresiva fuerza militarizadora de Europa, el feminismo[5] y romper con él, mostrando su condición de enemigo número uno de las mujeres.
  2. Toca organizar la resistencia popular de masas a la instauración de la mili, a la incorporación obligada al ejército español. Hay que lograr el más amplio respaldo a quienes se nieguen a incorporarse, proporcionándoles ayuda de todo tipo.
  3. Tenemos que denunciar, públicamente y de manera repetida, a los agentes de la guerra imperialista en nuestro país, al feminismo, la izquierda, por un lado, y por otro a la extrema derecha, los conspiracionistas, neonazis y neofascistas[6]. Así como el pacifismo y el “antimilitarismo”, los cuales, en su parcial y muy limitado actuar, alimentan, de facto, el monopolio de la violencia por parte del Estado y su ejército.
  4. Los lemas deben ser “guerra a la guerra” y “convertir la guerra en revolución popular integral mundial”. Todas las guerras mundiales han llevado a poderosos movimientos revolucionarios, y ésta no va a ser diferente.
  5. El grupo social en situación más crítica es el de las mujeres entre 18 y 25 años, también el de los varones de ese tramo de edad. Serán las primeras en ser militarizadas, por eso tienen que estar en la vanguardia de la lucha.
  6. Yo, y el movimiento RI (Revolución Integral), nos estamos preparando para todo lo expuesto. Vente con nosotros, asóciate a la RI.

El sistema vigente de Estados y gran capitalismo lleva a la humanidad a una guerra terrible, probablemente de larga duración, con una destrucción, muertes y sufrimientos colosales. Pero la revolución puede impedir la guerra, y si, a pesar de todo, estalla, ponerla fin.

Necesitamos hacer frente a la guerra unidos y organizados, con inteligencia, coraje y entusiasmo, así como con buen ánimo, sin temor, sabiendo que de ella va a salir, muy probablemente, la revolución.

[1] Como fundamento legal, se invoca el art. 30 de la Constitución Española y la “Ley de Seguridad Nacional”.

[2] Hasta ahora, en estos países había un servicio militar obligatorio formal e insignificante, pero desde hace poco se está extendiendo a toda la población joven y endureciendo.

[3] Es más militarista y patriotero que el partido de extrema derecha, conspiracionista y neonazi AfD. Los Verdes están en el gobierno, con la vicepresidencia y cinco ministerios y desde ahí llevan al país a la guerra contra Rusia, en el seno de la OTAN. Dicho partido se declara programáticamente no-violento, pacifista, feminista, ecologista, antimilitarista y socialista… En España sus homólogos son Sumar, Unidas Podemos, ERC, Bildu, BNG, Greenpeace y Ecologistas en Acción, todos ellos militaristas y belicistas.

[4] El libro de Matthias Rude “Los Verdes, del partido-protesta al partido de la guerra” ofrece los datos.

[5] Para denunciarlo, las herramientas y armas son los argumentos. Por eso os propongo la lectura de “Feminicidio, o autoconstrucción de la mujer”, libro del que soy coautor, y de “Erótica creadora de vida”, de mi autoría. Estos, sobre todo el primero, son decisivos para refutar al feminismo militarista, estatista, liberticida y belicista, feminazi/neonazi.

[6] Un sector de estos es pro Putin, pro imperialismo ruso-chino. Su meta es entregar Europa a éste, actuando como agentes de la policía política fascista rusa, el FSB.