El anarquismo de Estado y su maldad

Este artículo trata sobre la participación perversa del anarquismo de Estado en la persecución, en la calumnia, en las amenazas y en el respaldo a montajes contra la disidencia. Este escrito es duro, severo y desapacible.

 

Siento desasosiego con una parte del anarquismo y veo la necesidad de meter el dedo en la llaga y tirar de la manta para tratar de impedir que la inmundicia avance y se nos trague. Por eso estas líneas no son amables ni agradables. Con los que piensan diferente pero respetan la libertad de expresión y de conciencia toda la fraternidad, cordialidad y respeto en el diálogo y debate; pues la palabra no delinque. Es un deber moral fundamental para los que aman la libertad el respetar las opiniones contrarias sean las que sean. En cambio, con los que nos quieren tapar la boca a mamporrazos, sólo nos queda la fuerza para defendernos y la denuncia cruda.

 

Estos años atrás, en especial 2012-13 en adelante, el anarquismo de Estado o anarcoestatismo ibérico ha sido protagonista de sucias y oscuras prácticas estalinistas muy del estilo y proceder del Partido Comunista de España. Antes de pasar a relatar su proceder señalaremos dónde tiene sus raíces este anarquismo a ras de suelo, degradado y pervertido.