Hola Félix:
Soy Iñaki, el amigo que acudió el sábado pasado a tu interesante conferencia sobre las posibilidades del mundo rural en el presente siglo. Bueno, no te voy a marear narrándote mi vida; no merece la pena, pero si creo conveniente contarte alguna cosa de mis circunstancias para que comprendas que mi adhesión a tu lucha no es acrítica. De formación solidamente católica sobre todo, como herencia cultural de mi abuela Juanita, quien además no ocultaba su credo por el carlismo, como buena hija de Tierra Estella, renuncié a tal credo a poco decomenzar mi andadura por el mundo laboral a causa de observar cómo podían cohabitar tranquilamente la “fe” ó la fachada hipócrita de ella con hábitos brutales e inhumanos en ciertos mandos medios y tipos con cierta responsabilidad en centros de trabajo, aunque nunca he desechado los muchos aspectos positivos de en su día me brindó la religión, como trataréde aclararte.