Julio Rodríguez, el general otanista de confianza de la CIA. El cable revelado por Wikileaks
Además de la coincidencia en las grandes líneas maestras en política económica, el PP y el PSOE han sido siempre coincidentes en apoyar una misma política exterior que tiene su eje en el atlantismo de la OTAN. España hizo su bautismo como país OTAN con la derecha de UCD, y más tarde la confirmación y primera comunión con el gobierno de Felipe González en el 86. Esta sumisión al imperialismo americano (euro-americano) se remonta a los tiempos de la dictadura franquista (ver en este blog «España, peón del Imperio«) y, desde la Transición, forma parte del ADN de nuestra socialdemocracia. Precisamente por ello, la ocupación llevada a cabo por Podemos de una parte del espacio socialdemócrata y socioliberal, ha tenido como consecuencia lógica la aceptación del atlantismo y de las bases militares. En este sentido, Podemos no ha hecho más que seguir paso a paso el trayecto que en su día siguió el PSOE, con una diferencia: lo ha recorrido en dos telediarios, mientras que al PSOE le llevó más tiempo.