UN ARTÍCULO SOBRE LA CUESTIÓN NACIONAL

 
Atlántica XXII. Revista asturiana de información y pensamiento”, Enero 2013, me ha publicado el artículo “Autodeterminación, el Derecho del Pueblo”.
        
El asunto es de importancia en una coyuntura política en que la cuestión, en sí de gran significación, de la opresión nacional, está siendo utilizada espuriamente por la casta política que se dice nacionalista, probablemente conforme a un acuerdo secreto con Madrid, para lanzar una gran intervención política que afirme su poder y tape sus corruptelas, fortalezca al Estado español y permita una mejor solución de la crisis económica conforme a los intereses del capital.
        
De tal operación el verdadero sentimiento y programa de liberación nacional quedará bastante dañado, al estar siendo ridiculizado y manipulado.
        
Eso está sucediendo en Cataluña, en efecto, pero no sólo allí, pues en otros territorios nacionalmente oprimidos la bandera del nacionalismo está sirviendo de tapadera a las políticas más tristemente socialdemócratas, de conciliación con el Estado español y de cooperación con la oligarquía financiera para capear el temporal de la crisis.
        
En Cataluña la posición de CiU es deplorable, pues expresa la capacidad de la casta política para hacer lo que desee, desde enriquecerse a portarse como señores sobre un territorio conquistado.
        
Peor es aún la ejecutoria de ERC: de izquierda pero aliada a la derecha; antiespañola pero fortaleciendo al Estado español a través del incremento de los impuestos; “limpia” pero en todo vinculada a ese lodazal de corrupción que es la derecha catalana; “independentista” pero dentro del orden capitalista; republicana y por tanto admiradora del republicanismo burgués europeo, francés sobre todo, verdugo de los pueblos oprimidos por el Estado galo, el catalán entre ellos; monolingüe en catalán pero favoreciendo en todo al inglés, y así sucesivamente.
        
Lo que hay de fondo, en el terreno de las ideas, es una enorme confusión sobre las condiciones en que hoy, en el siglo XXI, se plantea objetivamente la cuestión de la opresión nacional de Canarias, Euskal Herria, Galicia y Países Catalanes, que está siendo utilizada para realizar temibles operaciones políticas de corte reaccionario y, en definitiva, españolista.
        
Mientras se siga planteando la cuestión nacional como en el siglo XIX, sin considerar los enormes cambios acaecidos y sin tener en cuenta las lecciones de la historia más reciente, no habrá gran cosa que hacer en la materia.
        
La clave, como expongo en el artículo, está en tres cuestiones: 1) la relación entre la liberación nacional y la revolución integral, de tal modo que aquélla es, por necesidad, una parte de éste, 2) la posición ante el Estado, pues hay que negar que “conquistar un Estado propio” sea solución, que sólo es tal con autogobierno popular, por asambleas, sin ente estatal, 3) la lengua hoy ha de tratarse desde el fenómeno de la mundialización capitalista, la imposición planetaria del inglés y la hecatombe mundial de las lenguas (cada dos semanas desaparece un idioma en el mundo, y lo peor está por venir). Esto niega la naturaleza “nacional” de cualquier proyecto nacionalista pro-capitalista, como es el de ERC en Cataluña, o el de X.M. Beiras en Galiza[1].
        
Al no estar suficientemente analizados y debatidos estos asuntos el “independentismo” se ha convertido en un pimpampum demagógico e hipócrita, reaccionario y nacionalista español de facto.
        
En suma, mi esperanza es que la lectura del artículo contribuya a poner en claro estas cuestiones, para que el combate por la liberación nacional integral de las naciones hoy sometidas al dominio español avance como parte del proceso de revolución integral, contra el capital y contra todas las formas de Estado.


[1]Un estudio recientemente dado a conocer señala que las universidades catalanas, para hacer negocio, ofertan cursos sobre todo en inglés y en castellano, apenas en catalán. Este asunto, si se proyecta sobre el futuro, es fúnebre para la lengua nacional, sin que el “independentismo” institucional se anime a definirse sobre él.
 
Nota: Los comentarios podrán ser eliminados según nuestros criterios de moderación.

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Anónimo

    Siempre la izquierda es mucho peor que la derecha, donce va a parar, mucho peor ERC que CIU o IU que el PSOE y este que el PP. Normal. Y el nacionalismo español será destruido por procesos asamblearios locales sin demagogias de lenguas ni leches, eso si elegantes en formas y fondos, pero sin prisas, para dos tres o cuatro siglos mediante, que no se tomó ZAmora en una hora, y aunque al PP y sus nuevas generaciones le suene bien esta música, tardarán eso en aprenderse la letra.

    Ni el padre Ripalda.

  2. Comunal

    ¿Incluyes a Castilla dentro del programa de "liberación nacional? ¿Qué extensión tendría actualmente Castilla? ¿y el resto de Comunidades Autónomas?
    No sé si lo tienes expuesto en alguno de tus libros (solo he leído "Naturaleza, Ruralidad y Civilización", pero pienso que sería bueno que sintetizaras un poco cual sería el panorama geo-político salido de la Revolución Integral. Gracias.

  3. Anónimo

    Nadie puede definir el "programa de liberación nacional" dentro de la revolución integral.

    Ésta no tendría que perderse en definiciones y posicionamientos hacia cosas concretas, sino ser un conjunto de ideas, nociones, valores…

    Al ser una revolución democrática cuyo objetivo sería el de conseguir, entre otras cosas, la igualdad/libertad política (es decir, la sustitución de los regímenes estatales por regímenes basados en la soberanía de las asambleas populares), esas cuestiones quedarán en manos de los pueblos, comunidades y gentes del futuro.

    Todo eso no puede estar pre-definido ni puede formar parte de las bases mínimas compartidas por las y los revolucionarios, sería una absurdidad y una contradicción.

    Saludos

  4. Anónimo

    Cuando hablas de la "opresión nacional de Canarias, Euskal Herria, Galicia y Países Catalanes" por el Estado Español" no pareces el mismo autor que razona con tanta seriedad y produndidad cuando habla de las maldades del Estado, el Parlamentarismo, el Arte Moderno o los Seres Nada.

    Sigo tu blog y tus charlas por toda España o debería decir "aquí, la península, los territorios etc. Entiendo tu ardorosa lucha contra el "Estado" y contra esta sociedad vacía; es también mi lucha, pero no logro comprender que le niegues la razón de existir a "la noción de España", que como realidad histórico-geográfica se habla de ella desde que existe la Hispania Romana, y sin embargo, acuñes con tanta alegría términos como "Euskal Herria" o "Països Catalans" que con mucha generosidad pueden tener un uso desde hace un siglo.

    España y los españoles existimos. También entre los que te leen y aprenden de ti. Tal vez deberíamos de dejarnos de llamar españoles y usar otro término: ¿Qué te parece Aquieña y como gentilicio "aquiñoles"? Porque la realidad es que llevamos muchos siglos unidos -a la fuerza o no- y que tenemos una historia en común -lo queramos o no-, también una cultura y una lengua en la que nos entendemos -aunque sea para decir que nos aborrecemos, que somos diferentes-. Lo quieras o no los "aquiñoles" tenemos una manera de ver el mundo de una manera especial y única que nos diferencia de los "franceses" -perdón, de los del hexágono- o de los italianos -bueno, esos tampoco existen, desde Sicilia al Südtirol o Alto Adige hay tropecientas mil lenguas y por lo tanto, en tu forma de ver el mundo, tropecientas naciones-.

    Bueno, te dejo porque si sigo no vas a publicar, aunque ni siquiera creo que me leas. Adelante, amo: volo ut sis.

Comentarios cerrados.