Sobre los sucesos en Toledo, el día 22 de mayo de 2013

Dado que este asunto todavía es citado por diversas personas y grupos, y utilizado contra mí, he preparado la nota que sigue sobre lo que allí realmente sucedió.
 
A finales de marzo de 2013 me llama al móvil alguien que no conocía, presentándose como miembro de Libertas, colectivo que me era desconocido. Me transmite que ellos hasta el momento han leído a Ramiro Ledesma Ramos pero que están empezando a estudiar textos anarcosindicalistas, y que desean que les ayude a dar ese giro ideológico. Yo, que había entendido lo que me decía, le expuse que podían contar conmigo.
 
Explico el asunto: si leían a Ledesma Ramos, fundador de las JONS y admirador de Hitler, es porque son nazis, o neonazis, y si quieren pasarse a la ideología anarcosindicalista es porque desean dejar de ser nazis, o neonazis.. Me pareció una tarea útil y valiosa. Me enteré por encima de qué era Libertas, y, efectivamente, era una organización neonazi que operaba en Toledo y Madrid. Yo, para la fecha, ya había sufrido varias agresiones neonazis, una de gravedad, con derramamiento de sangre, aunque no de Libertas, sino de otros grupos nazis, pues por entonces había varios, el más célebre CEDADE.
 
Me volvieron a contactar y fijaron un acto público para el día 22 de mayo, en Toledo. Yo escogí como título y contenido de mi intervención «Alternativas al capitalismo». Junto conmigo, hablarían otros ponentes.
 
Era el tiempo en que el 15-M se había desintegrado y los restos que aún permanecían  estaban siendo atrapados con malas artes por el partido político Podemos. Al parecer, yo le estorbaba para realizar dicha operación, porque mi libro «Pensar el 15-M», publicado en 2012, hacia que mucha gente se opusiera a Podemos, y también por mi prestigio dentro de los colectivos provenientes del 15-M, pues para la fecha citada yo ya había efectuado unas 60 charlas con ellos, por todo el país. Por entonces, conocía vagamente al grupo que luego fundó Podemos, y nunca había realizado una crítica de sus contenidos, ni grande ni pequeña, sobre todo porque me parecía una gente que carecía de interés para mi. Los ignoraba.
 
Entonces se desencadenó la tormenta.
 
A principios de mayo se hizo público el cartel del acto de Toledo con Libertas, y los jefes de lo que poco después sería Podemos, todavía no formalmente constituido como partido, vieron la ocasión de lanzarse contra mí, quitarme de en medio y merendarse lo que aún subsistía del 15-M. Las redes sociales se llenaron de «denuncias», del estilo «Félix Rodrigo Mora colabora con los neonazis», cientos de ellas y por todas partes. Algunos amigos me advirtieron de la operación y me pidieron que cancelase mi presencia en el acto, a lo que me negué por dos razones. Una que me había comprometido a ir, y quiero ser siempre un hombre de palabra. La otra es que me parecía estupendo reconvertir a unos neonazis pegapalizas como los de Libertas.
 
La cosa subió más y más de tono, con docenas de personas que me retiraron la palabra, lo que hacían sin previamente informarse ni preguntarme, creyéndose la bola enorme de mentiras y calumnias que contra mí había creado Podemos. Yo me defendí con notas explicativas, pero sucedía que mucha gente le tenía miedo a Podemos y prefería escucharle a él, y creerle a él, antes que escucharme a mí.
 
Los de Libertas me hicieron saber que en su seno había dos corrientes, una formada por «cabezas rapadas», los neonazis más violentos, que estaban en mi contra, y, vagamente, añadieron que quizá fuera agredido por ellos en el transcurso del acto. Esto no me asustó. Pedí a un par de amigos que me acompañasen, y demandé a los organizadores que constituyeran un servicio de protección, que se pondría de mi lado si era necesario, si había violencia física.
 
Llegó el día 22. En la puerta del local había un destacamento de la policía nacional, y cada uno de los asistente tenía que entrar por un pasillo que habían formado los policías en la calle, procedimiento que resultaba intimidante e hizo que una parte del público no se atreviera a penetrar en la sala. Los «cabezas rapadas»  se pusieron en primera fila, y, en un ambiente de tensión, se realizó el acto. Yo desarrollé mis ideas mientras a mi derecha había, un grupo de personas que, al parecer, me defendería en caso de agresión, y en la calle los policías se mantuvieron hasta que todo finalizó, aunque con un despliegue más discreto que al principio. El debate fue pobre, me di cuenta que la gran mayoría de la asistencia lo que quería era dejar todo compromiso político y retirarse a la vida privada, como efectivamente sucedió. Acabé, me pidieron unas fotos, nos las hicimos, y todos abandonamos la sala, cada cual en una dirección. No volví a saber nada de ellos, hasta hoy (de facto se disolvieron, pero parece ser que tuvieron alguna actividad residual hasta 2018).
 
Pero Podemos, manifestando su bien conocida perfidia e inmoralidad, continuó usando el asunto para calumniarme y arrinconarme, sin que valiera el contenido de mi intervención en Toledo, que lo había grabado en audio, y que acompaña a la presente nota. Lo han estado repitiendo una y otra vez desde entonces, como lo que son, gente malvada, inmoral, procapitalista, al servicio del Estado español y contrarrevolucionaria. Bien sabían que lo que decían era mentira, pero a quienes se atrevían a defender la verdad, y, por tanto, a defenderme, les amenazaban y agredían con sus conocidos métodos mafiosos y policiacos, lo que les ha valido ser catalogados como fascistas de izquierda.
 
Para mi sorpresa, la historia aún no ha muerto, y sigue habiendo gente que todavía se cree las mentiras horrendas lanzadas por los jefes y las jefas de Podemos contra mí, por algo que sucedió hace 10 años…
 
Hoy Podemos es una ruina, al borde de la liquidación, sin prestigio, sin militancia y, pronto, sin votos. Es él quien ha contribuido decisivamente al ascenso de la extrema derecha, no sólo de Vox sino de los grupos neonazis y conspiracionistas, con sus atrocidades, su demagogia, su corrupción, su inmoralidad y su pro capitalismo. Los jefes y jefas de Podemos han ganado mucho dinero en estos años, y ahora están abandonando la política para dedicarse a su vida privada, en sus fastuosos chalés. Nos dejan la difícil tarea de combatir el ascenso de la extrema derecha y el fascismo que ellos tan decisivamente han promovido. Bien, lo haremos. Ni me intimidaron hace diez años ni lo harán, ellos u otros como ellos, ahora.
 
Audios del acto en Toledo: