Precio: 20€
Formato: 6 vídeos con una duración total de 7 h 41 min.
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Objetivo del Taller. Ofrecer la cosmovisión, el sistema de valores y las operaciones apropiadas para que la persona se autoconstruya, conforme a la filosofía moral de la cultura occidental. El yo que se edifica a sí mismo es vigoroso y convivencial, libre y soberano, activo, creador y sano, no padeciendo las dolencias mentales tan comunes en nuestro tiempo, que llevan a la depresión y, a veces, al suicidio (ya la principal causa de muerte en la juventud), que el sistema trata con psicofármacos, esto es, con drogas legales devastadoras, que matan.
Fuentes en los autores clásicos. Pitágoras, Sócrates, los filósofos cínicos, Cicerón, Epicteto, Plutarco, Horacio, Séneca, Jesucristo, Longino, Juvenal, miscelánea de reglas monásticas altomedievales hispanas, Salviano de Marsella[1], Beato de Liébana, el iluminismo del siglo XVI o mística castellana, Benjamín Franklin, Hegel, Viktor Frankl, Harry Braverman, Heleno Saña… En el Taller se proporcionará una bibliografía básica[2]. Además, está la sabiduría popular sobre estar materias.
Introducción argumental. El objetivo es revelar y aprehender cuál es y qué contiene la noción de sujeto, de persona, en la cultura occidental. Sujeto y objeto. La libertad y el amor. Sabiduría y fortaleza anímica. Dolor y realización. Yo que asimila y yo que enseña. Maduración y compromiso. Deber y sacrificio. Aprender y desaprender. Yo y no-yo. Interno y externo. Saber vivir y saber repetir. Épica y situaciones límite. Moralidad del no y moralidad del sí. Ser el constructor de sí mismo y resistir a la destrucción de sí mismo. Extinguir el ego y maximizar el ego. Con sentido y sin sentido. Amor y sacrificio. Bien y virtud. Te educan y te deseducan. Sabiduría oriental y sabiduría occidental, análisis de Hegel de aquélla.
Comprender por qué las culturas no occidentales carecen de la noción de sujeto, de la idea de persona. Naturaleza singular de la cultura del Occidente europeo. Por qué los poderes constituidos de Europa y América están ahora repudiando la cultura occidental, la erudita tanto como la culta, en lo que cabe definir como genocidio cultural europeo. Análisis de la relación entre política/economía y espiritualidad/filosofía moral. La especialización en “espiritualidad” y la fragmentación con devastación al yo, que por definición es yo integral. Noción de yo transcendente, o yo que va más allá del yo. Eticismo y ética. Bondad y Virtud. Egocentrismo y combate.
Ir de ser nada a ser humano[3]. Una espiritualidad a la vez privada y cívica. Rescatar, afirmar y maximizar los atributos de la persona, para resurgir de la actual dilución e incluso extinción del yo. Seres nada y seres débiles. Sabiduría y fortaleza, sabiduría en actos y fortaleza en la forma de atreverse. El capitalismo, u objetos sin sujetos. La economía comunal, o sujetos y objetos. Trabajo asalariado, o la tumba de la vida espiritual del yo. Trabajo libre, o la edificación del sujeto en tanto que persona máxima. ¿Tienen calidad las personas o son todas “iguales”?
Metaanálisis del “conócete a ti mismo” de Sócrates. Conocerse para hacerse y hacerse para conocerse. Conocerse en las situaciones límite, hacía una proposición de las situaciones limites como muy deseables. Tu educación es tu tarea, sé el mejor profesor de ti mismo. Educación para ser y no para tener, sea tener poder y/o riqueza. Noción de sujeto integral, no de especialista. Escribir 10 minutos sobre el autoconocimiento de sí misma/mismo ya poseído y acerca del que deseas poseer.
Descripción objetiva de los procedimientos, operaciones y programaciones con que el individuo, el sujeto, es destruido, nadificado, por el actual poder/poderes. Oponer la construcción a la destrucción, la afirmación a la negación, la existencia a la aniquilación. En pos de una interpretación moral de la política y la economía[4].
Realización de la libertad individual por medio de la autoconstrucción del yo. Desmenuzar la frase de Horacio, “¿quién es, pues, libre? El sapiente, que se gobierna a sí mismo”. Gobernarse a sí mismo para gobernar la sociedad. El sujeto como criatura bipartida, su aplicación al perfeccionamiento individual, conforme a las formulaciones de Beato de Liébana. La lucha interior. “Versos áureos”, de Pitágoras y “El libro del hombre de bien”, de Benjamin Franklin. Sobre el procedimiento[5].
Aprender a estar consigo mismo. Silencio y soledad. Lo interno sin lo externo. Mira hacia el interior de ti. Ensimismamiento, el yo se piensa a sí mismo mientras está consigo mismo. Así se afirma contra la sociedad del adoctrinamiento, de la nadificación del sujeto, en la cual el yo es expropiado al individuo. Retírate al interior de ti mismo y permanece ahí, en tu castillo interior. Examen del “Arte de callar”, de A. Dinouart. Siete minutos de silencio, para encontrarse, ¿cuál es el contenido mental de este silencio?
Examen de lo externo y examen de lo interno. Afirmación de ser. Lo externo a través de lo interno. Protegerse de la avalancha trituradora de lo externo en la sociedad contemporánea. Libertad interior, libertad de conciencia. Decir ¡No! a quienes nos violan psíquicamente. Apártate del profesor funcionario y del intelectual mercenario.
Ascetismo. Sobre el repudio de la filosofía de los cínicos griegos al hedonismo y al placerismo. La afección al aplacer como piedra angular. Conquista de la fuerza de la voluntad. Épica cotidiana. Esfuerzo y servicio. Cicerón, deberes y dolor, en sus obras “Los deberes” y “Sobre el dolor”. Prohibirse llevar una vida de cerdos. La conquista de la afelicidad. Apropiación personal de la categoría de “homini[6] fortis” frente al sujeto débil de la modernidad, débil y por ello no-libre y casi no-existente. Mirar sin temor y con furor al mal del mundo para entrar en la pelea contra él, dado que la lucha es la forma superior de victoria. El Estado de bienestar o la existencia sin épica ni entusiasmo ni sublimidad ni éxtasis, mera depresión, que ahora se está desmoronando. Cinco minutos de meditación sobre lo más severo, exigente y comprometido, como momentos cenitales, en la experiencia individual.
Los fundamentos materiales de una espiritualidad sustantiva. Filosofía moral, compromiso y acción. Los cínicos, Cleantes de Aso y el trabajo productivo. Los esenios y el trabajo productivo. El cristianismo inicial y el trabajo productivo. El monacato altomedieval hispano y el trabajo productivo. El trabajo asalariado en la actualidad, o la causa decisiva de desestructuración psíquica, embrutecimiento, deshumanización e inmoralidad. La obra de Harry Braverman[7].
La doble noción de virtud. Virtud personal y, como derivación, virtud cívica. Análisis de la aserción primera del vigente régimen: lo que el ser humano necesita es abundancia material, no virtud personal. Demostrar que eso lleva a una sociedad de doble carencia, sin virtud y sin abundancia. Repudiar el impulso social institucional hacia una vida de cerdos.
¿Una espiritualidad sin ética ni moralidad? Análisis de los cuatro tipos de moralidad formal: amoral institucional, teorética académica, prohibitiva vetusta y activa revolucionaria. El sujeto amoral renuncia a la liberta interior y a la libertad de acción. Bondad y virtud. Desgranar la complejidad de la noción de virtud personal. Una vida ética es una vida épica. El gusto por lo difícil y arriesgado con sentido: teoría de las situaciones límite. Autoconstruirse como sujeto de alta emocionalidad integrada en el todo del yo, objetando la categoría de ataraxia. La aemocionalidad es la muerte del alma. Leer a Longino, “Sobre lo sublime”, y aplicarlo a la autoconstrucción del yo en su parte sentimental, vehemente y pasional. Cinco minutos de reflexión en silencio sobre el tema, ¿cómo aparece lo sublime en tu vida y cómo te gustaría que apareciera?
Yo optimo es yo máximo y yo total. Pensamiento débil, sujeto débil, hedonismo y no existencia. Examen de la máxima de los filósofos griegos cínicos, “mantener la mente y el cuerpo en estado de lucha”. Lucha interior y lucha exterior. Juvenal con “una mente sana en un cuerpo sano”. Exaltación de la corporeidad en contra de Platón y el platonismo, refutando su máxima perversa “el cuerpo es la tumba del alma”. Lo corporal y la corporeidad, como energía, combate, virilidad/feminidad, belleza, épica y grandeza. Hacia una teoría de la corporeidad sublime.
La formulación de Plutarco sobre “vencer por virtud”. La persona y sus atributos, o la falta de ellos, deciden y determinan. El sujeto de calidad como yo transformador. El sujeto que escoge, que se arriesga, que se entrega, que transforma, que vence o es vencido. Relatividad, aunque con centralidad, del yo concreto autoconstruido en todos los acontecimientos. Refutación de los objetivismos, determinismo y automatismos sociales, así como de la idea de un proceso histórico sin sujeto individual. El sujeto es sujeto, no objeto. Estudio del aserto de Séneca sobre que “el ser humano más fuerte es el que es dueño de sí mismo”.
Más sobre lo estructural y el yo/no yo. Inanidad ética con el modo de producción vigente, capitalista. Moralidad y economía moral, situando la ética sobre el terreno. La imposibilidad contemporánea -a erradicar- de una existencia moral y de un sujeto óptimo.
Cosmovisión del amor. Análisis trascendental de la definición de Dios como amor, contenida en el evangelio de San Juan. La mística castellana y su ideario del amor, emitido contra la iglesia, el Estado y los ricos, y perseguido por éstos. Amor a sí mismo, amor al otro y amor a los otros. Análisis de la frase de Hegel, “si quieres amar, debe servir”. Ética sodalicia. Yo amoroso y yo combatiente. Soledad y comunitarismo[8]. Amor y Eros. Instinto de supervivencia, afirmación del yo e impuso erótico procreativo. Orgasmo y éxtasis en la erótica femenina. Afirmación combatiente de Eros contra Thanatos.
Noción de sistema axiológico, u orden de valores. Explicación iniciadora. La construcción de un sistema axiológico personal teniendo en cuenta: 1) qué requiere la realidad, 2) examen de diversos sistemas axiológicos, 3) balance interior de valores y disvalores, en diez minutos de silencio, 4) fijación del propio programa axiológico: qué extinguir, qué reforzar y que introducir, en qué tiempo, con qué ritmo. El hábito de estar a solas consigo mismo como gran conquista del individuo que se ama a sí mismo, dispuesto a vivir, y si es el caso a morir, por sus convicciones. Está dicho, “los caminos fáciles no llevan lejos”.
La preocupación moral contemporánea. Examen dialéctico de “Breve tratado de ética”, de Heleno Saña.
La revolución espiritual, moral y conductual del yo como parte del ideario y programa de la Revolución integral[9]. Observaciones.
[1] Su obra principal, “Sobre el gobierno de Dios”, está traducida y editada por JFE Maenza y F. Rodrigo Mora.
[2] Los libros, etc. de mi autoría, como autor o coautor, que pueden ser útiles para el presente Taller, se citarán a pie de página.
[3] Para la noción de ser nada, como criatura mega dócil al poder, que ya no es plenamente humana, mi libro “Crisis y utopía en el siglo XXI”.
[4] Sobre estas materias, mis dos libros son “Derecho consuetudinario y democracia directa”, y “La democracia y el triunfo del Estado”.
[5] En esta cuestión, consultar y aplicar los contenidos del capítulo del que soy autor en el libro “Ética y revolución integral”, VVAA.
[6] He de aclarar una vez más que “homini” significa persona, no varón, para el cual el latín utiliza la palabra “viris”. Por tanto, “homini” se refiere indistintamente a hombres y a mujeres.
[7] Sobre este asunto, “La revolución del trabajo libre”, Antonio Hidalgo Diego y Félix Rodrigo Mora.
[8] El libro a leer en esta materia es “Vida comunal y transformación. La Comunidad Integral Revolucionaria”, de JFE Maenza, con Prefacio del que soy coautor.
[9] Al respecto, “Manual. Revolución integral”, Félix Rodrigo Mora.