ARTÍCULO PUBLICADO EN «VOZ POPULI»
“Eres una vergüenza para el resto de las mujeres”. Ese fue el último ataque que recibí hace ahora una semana por parte de otra mujer descrita a sí misma como “abogada comprometida con el cambio y con la justicia social. Feminista y portavoz del CCM de Podemos.” ¿Era posible? ¿Una miembra del cuerpo de élite encargado de salvar a todas las mujeres del patriarcado opresor atizando a otra con la pericia letal de un agresor? Lo era. Lo es. Porque el relato del respeto y la equidad ha sido hurtado por una bioideología socialista practicada por mujeres feroces y disfrazadas de justicia social, no sólo para anular al hombre, sino para ajusticiar a las demás con financiación pública y total impunidad. Ese feminismo de izquierdas es el nuevo “machorro” gris, beligerante y ofendido, con pánico a ser abandonado por la mujer que cree de su propiedad. Como un paranoico o paranoica que percibe el talento y la libertad como una amenaza fuera de la cocina. El progreso individual extramuros del colectivo como algo obsceno. Mujeres contra otras mujeres por no ser suyas.