Félix Rodrigo Mora
Los datos sobre el movimiento natural de la población en lo que institucionalmente se llama España, para el primer semestre de 2018, no pueden ser más alarmantes. Pero lo cierto es que apenas nadie se preocupa, conforme al tipo de existencia irresponsable, infantilizada, mega-adoctrinada y hedonista que nos fuerzan a llevar.
Vayamos a los datos. El número de nacimientos ha disminuido en un 5,8% respecto a la primera mitad de 2017, quedándose en 180.000. Esta cifra es, simplemente, aterradora por cuanto se necesitaría el doble, o al menos, 300.000 para meramente paliar el declive de la natalidad. Si se compara con 2011, en el peor momento de la crisis económica, se ponen en evidencia un asunto decisivo. En aquél año nacieron 231.000 bebés, 41.000 más que hogaño. La conclusión está clara: las condiciones económicas afectan muy poco a la natalidad, como se ha comprobado también en Polonia, Hungría, Alemania y otros países, en los cuales los subsidios a la maternidad no están sirviendo de nada, o de apenas nada.
Claro que peor estamos aquí, donde el furor genocida de los poderes constituidos ni siquiera les permite tapar las vergüenzas del sistema con un régimen de subsidios monetarios a la maternidad y la infancia. Si, como aducen los neo-negreros y traficantes de neo-esclavos, la solución es robar y expoliar la población a los pueblos africanos, según su teorética neocolonialista e imperialista, entonces carece de sentido poner en práctica el principio de la autosuficiencia demográfica. Pero si hay que ser autosuficientes en alimentos, ¿no se debería ser también autosuficientes en población?
Los fallecimientos están, por tanto, creciendo, dado lo muy envejecido de nuestra población. No se nos permite reproducirnos, se nos niega ese derecho básico, natural, el derecho a tener descendencia, a que la propia etnia no sea aniquilada, a que en el futuro una parte de lo que somos subsista en las generaciones nuevas. En el primer semestre de este año han fallecido 226.000 personas, 27.000 más que en 2011.
Y esto es sólo el principio de la gran calamidad por venir. Año tras año seguirá ascendiendo la mortalidad, pues no sólo está envejecida la población sino que una parte de ella, cada vez mayor, no tiene ni hijos ni nietos, de manera que carece de quien les cuide con amor (los funcionarios y mercenarios no pueden dar amor, sólo servicios, y eso no aprovecha). Y sin amor, y sin cuidados, las personas mueren prematuramente y tras incontables sufrimientos. Se ha destruido frívolamente la familia/familias, porque hacerlo, al parecer, era muy progre y muy moderno, y porque, decían, la familia era franquista, ¡cuando el franquismo aniquiló la forma esencial y decisiva de familia, la extensa!, de manera que los enemigos de la familia/familias son simples neo-franquistas, neo-fascistas. Quienes eso hacen son gente adinerada, niñas y niños de papá y mamá, que tienen recursos para contratar y comprar cuidadoras/es, pero los trabajadores, la gente asalariado, las personas de a pie, no los tienen, así que van a tener una vejez horrible y una muerte prematura, además de horrenda. ¿Exagero? Me suscita la risa vuestra incredulidad… inducida por el poder. Aun no, pero en unos 15-20 años sí, rotundamente SÍ.
Nadie se da por enterado de lo que está sucediendo. Todos se hacen los suecos, los sordos y ciegos. Una excepción son los economistas, que muestra que el país no tiene futuro con la demografía actual, y que la emigración no es solución. No, no lo es. Facilitan los argumentos correspondientes, que no voy a repetir porque no quiero daros todo masticado, buscadlos vosotras y vosotros, por favor. Esforzaos. Sufrid un poco. Sufrir es bueno, os madurará.
Pero fuera de los economistas (puntualizo: de algunos economistas) nadie quiere hacerse mala sangre. Nadie quiere admitir que ya estamos en los 1,1 hijos por mujer, y descendiendo, cuando se dice que por debajo de los 1,3 las sociedades están condenadas a la autodestrucción. Y seguirá cayendo. En un par de años bajaremos de 1 hijo por mujer, algo espeluznante. Mientras, bebemos cerveza, miramos televisión, visualizamos vídeos en la Red, engullimos patatas fritas e incluso -pocas- nos reímos (somos súbditos del Reino de Tristania, donde la risa es imposible, salvo la de los borrachos), pero no tenemos hijos, o sea que a los que ahora tiene menos de 50 años les espera un futuro de congoja. Si, pues no habrá quien atienda a una masa de gente sin familia, sin hijos. La esperanza de vida ya está descendiendo, aunque la estadística oficial actual, tan lacayuna, lo oculta, y lo seguirá haciendo hasta situarse, conjeturo, en los 50 años para 2050.Tal es “el mundo feliz” que nos han preparado los prebostes del progresismo.
Veamos cómo es hoy la realidad. La gran empresa capitalista impone el aborto a sus trabajadoras: a la que no aborta y es madre la crujen. Así pues, tenemos unos 80.000 abortos forzosos al año, de un total de 110.000. Si no hubieran acaecido habría habido en el primer semestre de 2018 unos 260.000 nacimientos, que no son los 300.000 necesarios pero se les aproximan. Si a eso unimos los, quizá, 100.000 no-nacimientos por represión del sexo heterosexual a cargo de feminazis, homosexuales vendidos al sistema y otras buenas gentes, alcanzaríamos los 360.000, con lo que podríamos ver el futuro con algún optimismo, o al menos no con el crudo pesimismo de la hora presente…
Parloteamos, vamos y venimos, nos solazamos en las playas en verano y en la nieve en invierno, “disfrutamos de la vida” y todo es, o parece, estupendo. Quizá. Pero sin nacimientos suficientes no hay futuro. No sólo para las generaciones por venir sino para quienes tienen menos de 50 años, pues los mayores “gozarán” de la situación actual pero cuando les llegue la vejez a los de menos de esa edad hoy se encontrarán en un mundo sin gente suficiente, en un universo del vacío y la nada, de la escasez de alimentos, de médicos, de albañiles, de cuidadores, de todo. La gente inteligente se debe apresurar a formar familias (hay diversas formas de familia, atención a esto), a batirse con los ideólogos anti-familia del genocidio, a desmontar la niñofobia (esa concepción horripilante, que manifiesta lo muy enferma y desquiciada que está la población europea hoy), a afirmar su voluntad de ser y existir, que tiene que manifestarse también como voluntad de que su herencia genética sobreviva, lo que lleva a chocar con una de las ideologías peores del momento presente, el racismo antiblanco.
Hoy, tener hijos, ser padre y ser madre, es un acto revolucionario. Hay que tener hijos como sea, mejor o peor. El sexo heterosexual reproductivo es el único antisistema, el único que significa un sonoro bofetón a los jerarcas del sistema de dominación y explotación, pues todos los demás son sexo institucional, sexo burgués, sexo integrado. El sexo reproductivo es, en la hora presente, revolución.
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Tranquilidad y esperanza: quizas, con el advenimiento de la automatizacion y robotizacion de practicamente el 80% de los oficios actuales y la Rentita Basica Universal urbi et orbi, la caida de la poblacion sera una bendicion para el Estado, pues habra muy pocos parados asi, solo muchos mantenidos… y con tan poca gente no se donde quedaran los substanciosos beneficios empresariales, eso si…
¿Comos e sostendrá un sistema basado en el consumismo si apenas habra gente a consumir y con muy poco dinero para hacerlo? Se autofagitarizará la sociedad?
Propongo, para el mantenimiento de la salud mental y espiritual, una huida masiva al campo y alli reconstruir la civiliza… bueno, la ruralizacion.
Eso si, en Asia, excepto mujeres, abortadas sistematicamente por sus costumbres ancestrales por culpa de las dotes matrimoniales y el patriarcado, la población sigue aumentando vertiginosamente. Me temo que los pobres se van a quedar sin poder casarse y casarse sera asunto de funcionarios y altos asalariados, los que se hayan salvado de la automatizacion laboral…
En Africa tampoco es que haya disminuido mucho el crecimiento vegetativo… ni se espera. La automatizacion alli, habiendo tan poco a automatizar, no se hasta que punto afectaria.
Los estrategas estatales van a tener que ponerse las pilas para arreglar estas tendencias…
Cuantos años llevamos ya con este rollo??.Quiero decir que este blog es recién pero hay blogs de hace diez o quince años hablando de esto y de que "hay que hacer algo" .Normalmente se le hecha la culpa a la crisis económica,los salarios,el paro…y a los políticos.Éstos últimos son acusados de no sentirse cómodos con la tema.No me extraña!!.Hagan la prueba:Acérquese a un grupo de deliciosas universitarias españolas e italianas y digales que por el futuro de nuestros países deben tener cada una cuatro hijos mínimo.Verán que ponen una cara como si estuviesen oliendo un horrible pedo/cuesco.Insinuar mujeres CONEJAS no es políticamente correcto.Las mujeres CONEJAS [cuatro hijos o más] individualmente no interesa a nadie pero colectivamente es lo que más necesita España ahora.Antes o después,nos daremos cuenta que no es un problema económico [cuantos autos hay en cada casa,cuantas cosas,cuantos móviles??]y descubriremos el vértigo que da nuestra mentalidad.Ese "somos hijos de lo que no debe ser" ,nuestros atrasados antepasados y ahora que estamos muy progres y en la onda correcta (o eso creemos)…nos extinguimos sin remisión.
Históricamente no existen precedentes de una debacle y envejecimiento demográfico semejante en el mundo.La peste negra fue otra cosa.No me gusta cuando lo comparan con la decadencia del Imperio romano.Soy muy escéptico con la historia y más dieciocho siglos atrás y porque una de las razones porque la natalidad está raquítica es porque los ancianos cuentan con las pensiones del "papá estado" y no consideramos necesario tener hijos para afrontar la vejez.Tampoco veo claro que Europa será islámica pronto,en Irán las mujeres se han "españolizado" y la natalidad ya está hundida.Tampoco conviene olvidar a los ANTINATALISTAS o los ecologistas que han declarado el mundo "superpoblado" y contra menos seamos,mejor [podrían ir a Australia o Argentina].Nadie sabe [creo] lo va a suceder pero los augurios no parecen muy buenos.La buena noticia es que los futuros apocalípticos y llenos de cataclismos y hecatombes siempre se han pronosticado y aquí estamos,tan mal no nos va.Comparándolo con el reino animal,los seres humanos hace tiempo que somos DIOSES.