Artículo de Esteban Vidal publicado en «Portal Libertario».
Resulta conveniente recordar que el Estado es una organización compleja que aglutina a una considerable cantidad de personas en diferentes ámbitos institucionales como pueden ser los departamentos ministeriales, los organismos reguladores, los poderes judicial y legislativo, etc. En el caso del Estado español nos encontramos con que su personal integrante lo componen en torno a 3 millones de personas en los diferentes ámbitos territoriales y funcionales. Las dimensiones que ha adoptado el Estado moderno han hecho de este un espacio en el que se desenvuelven una innumerable cantidad de relaciones de diverso tipo, así como contradicciones fruto de la existencia de intereses contrapuestos entre diferentes facciones. Así pues, el Estado no es un ente monolítico sino que más bien abarca e integra en su seno una importante diversidad de intereses y grupos que contienden entre sí para aumentar sus cuotas de poder.