Genocidio vasco. Bildu y el feminismo son los culpables

  • Categoría de la entrada:Actualidad
  • Publicación de la entrada:04/06/2025

Vascos protestando por el genocidio de palestinos en Gaza
(mientras, de facto, aplauden su propio genocidio)

No es necesario aportar datos, basta con salir a la calle en cualquier pueblo o barrio de Euskal Herria para percibir que los vascos nativos, o sea, los vascos sin más, o son ya minoría o están en trance de serlo. Es decir, la limpieza étnica y la sustitución racial están siendo realizadas con enorme éxito, infortunadamente. El final biológico del pueblo vasco está a la vuelta de la esquina

Hay diversos estudios que reconocen esa realidad, señalando que para el año 2045 los vascos serán un colectivo secundario y marginal en su propio país, lo que sucederá antes (en realidad, mucho antes) para los tramos de edad menores de 50 años. Pronto serán extranjeros (arrinconados, despreciados y perseguidos) en Vasconia…

Un dato estremecedor es que la media de edad de los vascos nativos hoy, en 2025, es de 52 años, contra 29 en 1977. A esa edad las mujeres ya han dejado atrás la edad reproductiva, de manera que en nada puede contribuir directamente a eliminar, o al menos paliar, el genocidio vasco. Pero en el poco numeroso grupo de las féminas en edad de ser madres, entre 18 y 45 años, la fertilidad no está, ni mucho menos, asegurada. Las antinaturales condiciones de existencia que impone el feminismo a las mujeres, el enfrentamiento forzoso y diario con los varones y su lesbianización, obligatoria de facto, hace que una proporción significativa, y creciente, de aquéllas sean amenorreicas, esto es, menopaúsicas prematuras. O sea, infértiles.

Mujeres con 30 años según el calendario, o incluso con menos, que tiene una edad biológica de 45-50 años, que ya no ovulan y no tienen periodo, o, como mucho, una regla escasa, terrosa y sucia, que indica que su cuerpo ha envejecido prematuramente, entre 15 y 20 años, de modo que están al borde de la senectud, enfermas y deprimidas. Tales mujeres no cuentan en lo reproductivo, salvo si se someten a un programa de acercamiento intenso y concienzudo, emocional y erótico, a los varones, como sucede en todas las especies de mamíferos. Pero esto se hace muy difícil por el enfrentamiento singularmente intenso y tremendo entre los dos sexos que el feminismo ha creado en la sociedad vasca.

Por eso, principalmente por eso, nacen tan escasos niños vascos. Por eso el pueblo vasco camina hacia su extinción.

La responsabilidad central es de la izquierda abertzale, de Bildu, que ha interiorizado y exaltado, difundido e impuesto (a menudo por la violencia), la sinrazón feminista, obligado a la juventud de su país a vivir en una hostilidad permanente entre los sexos, haciendo eunucos a los jóvenes y desexuadas (amenorreicas, en consecuencia) a las jóvenes. Es decir, castrando a unos y a otras.

Ha prohibido de facto el sexo heterosexual, en particular el sexo reproductivo, dejando sólo las versiones más sórdidas de aquél, no fertilizadoras[1], de modo que la mayor parte de la juventud vasca vive entregada al alcoholismo, al consumo de drogas, a las enfermedades mentales (sobre todo ellas, las chicas) y a la desesperanza, así como a la despolitización, embrutecimiento y desmovilización. Desentendidos de todo, les motiva la fiesta y la borrachera, y mucho menos, e incluso nada, la paternidad y la maternidad. Los jefes y jefas “abertzales”, cipayos entregados a Madrid y a Bruselas, llevan a la juventud por el camino que desemboca en la extinción del pueblo vasco en un decenio. Y con él, de su lengua, cultura, idiosincrasia e historia.  

Bildu es, en efecto, el responsable primero y principal del genocidio vasco. Es este partido quien se ha valido del feminismo, o más exactamente, del feminismo de Estado (español), para aniquilar a los vascos. Se ha valido de la española “ley de violencia de género”, según la cual la policía del reino de España defiende a la mujer vasca del hombre vasco, así como de la horridez discursiva feminazi, que vomita a chorros la prensa “abertzale”, difundiendo la consigna genocida por antonomasia, en miles de versiones, “toda penetración es violación”.

Así no puede haber nacimientos.

¿Tiene aún remedio la situación?

Quizá sí, pero no es seguro. Desde luego, el remedio, si existe, tiene que venir, como mucho, en los próximos cinco años. O eso o Vasconia pasará a ser la antigua tierra de los vascos habitada por no vascos, donde aquéllos serán una minoría envejecida, deprimida, acosada, perseguida y, por tanto, en extinción.

El riguroso invierno demográfico vasco tiene varias causas, que son concausas, pero entre ellas una destaca, a saber, la aniquilación del impuso sexual primario, del instinto reproductivo. En la mujer[2] y en el varón. Resolver esto es difícil. El primer paso es realizar la crítica de la errónea y embustera teorética sexual (en realidad antisexual) feminista y, con ello, del feminismo en su totalidad. O los vascos se enfrentan al feminismo o el feminismo aniquilará definitivamente al pueblo vasco.

En definitiva, este asunto es un problema de libertad. De lograr la libertad erótica, amorosa y sexual contra las agentes de la represión, las mentiras, el horror y el genocidio[3]. Ellas, las feministas financiadas por el Estado español, directamente o por medio del gobiernillo vascongado y navarro, y por Bruselas, son las culpables.

[1] Dos destacan, la prostitución y la masturbación a partir de la pornografía, en particular ésta última, aunque la tendencia dominante es vivir sin sexo, algo devastador en lo psíquico, emocional y físico.

[2] El daño colosal que ha hecho y sigue haciendo el feminismo de Estado, o neopatriarcal, a las mujeres jóvenes de Vasconia se pone en evidencia en el estudio “Las chicas de Bilbao (18-29 años) fuman, beben y sufren más soledad que los chicos de su edad”, abril 2025. Y no sólo eso, tienen más problemas de salud que los muchachos, padeciendo más depresión y estrés, etc. El feminismo las está triturando, más aún, aniquilando, como ideología feminicida que es.

[3] No hace falta explicar que lo que sucede es el País Vasco es lo mismo, en líneas generales, que se da en todas partes, con sólo algunas pequeñas variaciones.