Documento publicado en CONCIENCIA. LIBERTAD Y REVOLUCIÓN INTEGRAL
1. La situación actual de la lucha de liberación nacional en el Estado español. Una aproximación
En términos generales, los cambios acaecidos en la llamada cuestión nacional alcanzan hoy una dimensión que debemos calificar de histórica, si los valoramos desde el punto de vista del balance entre los objetivos inicialmente planteados por los movimientos de liberación nacional y los resultados catastróficos que hoy constatamos. De las estrategias orientadas hacia la conquista de la liberación nacional de los pueblos oprimidos del mundo por el imperialismo y el colonialismo, en particular después de la II Guerra Mundial, hoy no queda más que verificar el más rotundo de los fracasos, con un nuevo modelo de opresión, donde el triunfo del neocolonialismo es absoluto, mediante renovadas fórmulas de dominación política, explotación económica capitalista-imperialista en todos aquellos países que en su día “vislumbraron” un futuro de “independencia, libertad, democracia y bienestar”. No tenemos más que efectuar un pequeño repaso de la situación presente de todos aquellos Estados, que en su día protagonizaron procesos de liberación nacional, para convencernos de que esto no es una afirmación sin más.
Este hecho no puede ser desconocido en unos momentos en que se hace imprescindible una nueva formulación para alcanzar la auténtica liberación de los pueblos oprimidos, cuya primera conclusión ha de ser la necesidad de superar el planteamiento estratégico de la lucha por la liberación de los pueblos oprimidos orquestado por las ideologías políticas del pasado, el liberalismo y el marxismo. Es el momento ahora, en los indicios del siglo XXI, de esbozar nuevos planteamientos basados en la experiencia histórica y no en filosofías políticas y doctrinas del pasado, que implique la definición de una estrategia verdaderamente revolucionaria, y por tanto, superadora de la cosmovisión anterior, que sea capaz de alcanzar la libre determinación de los pueblos oprimidos por el imperialismo mundial, cualquiera que sea su color o naturaleza[1] en el marco de una revolución omnímoda e integral.
Esto vale también para el análisis de la situación en el Estado español respecto del programa de liberación nacional puesto en práctica en los últimos 50 años por el nacionalismo independentista en los pueblos oprimidos por el Estado (Cataluña, Euskadi, Galicia y Canarias). Lo que observamos hoy es que el programa de liberación nacional puesto en práctica por éste, ha cosechado también aquí un rotundo fracaso, pues no solamente estos países no han alcanzado la independencia, en forma de construcción de un Estado nacional propio, conforme a sus “intereses estratégicos”, sino que tales proyectos han ido perdiendo todo el pretendido carácter de transformación social revolucionaria al que estaban -por lo general- asociados, depurados ya de toda veleidad antiimperialista y socialista, unas derrotas que se han ido produciendo al mismo ritmo en que tales proyectos doctrinales han ido cayendo en bancarrota, coincidiendo básicamente con la crisis del proletarismo a raíz del derrumbe de la URSS en 1989. De tal forma que hoy asistimos a una evidencia, bastante ruidosa por cierto, de cómo la burguesía nacionalista de los países oprimidos por el Estado español ha tomado el relevo a los proyectos liquidados o estancados de los nacionalismos populista-independentistas, tan radicales y antiimperialistas que fueron, condenados en estos momentos a servir de comparsas del nuevo independentismo, ya netamente liberal-burgués.
[1] Ha de comprenderse por “imperialismo” su acepción más literal y verdadera, con independencia de la forma del Estado imperialista de gran potencia, así sea parlamentarista democrático formal como EEUU, UE, o semi-formal, como la Federación de Rusia, o directamente dictatorial, como la República Popular China, de igual manera que los Estados imperialistas menores que oprimen en todo el mundo a centenares de pueblos.