EL COMUNAL Y LO COMUNAL SON LA REVOLUCIÓN

En una sociedad de afanosas hormiguitas “reformadoras”, que buscan con ahínco reformar, dicen que a mejor aunque casi siempre es a peor, el sistema, la noción de REVOLUCIÓN es la única realista. También porque esas hormiguitas, además de afanosas, son codiciosas, y todo lo que hacen se dirige a alcanzar resultados económicos, para su partido bandoleril y para ellas, para su grupo de intelectuales analfabetos y para ellas, para su organización corrompida hasta los tuétanos y para ellas. Ahora todos y todas las reformadoras vehementes se han hecho chaletmaniacas. Si antes fueron el partido del estómago y luego la izquierda caviar ahora son la izquierda chalet: así cambian los tiempos.

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