Artículo remitido amablemente por un amigo:
La realidad política e institucional del mundo se embarca hacia dos maneras de gestionar y realizar los asuntos del estado. La primera, es la liberal, esa “democracia” que es una dictadura económica-financiera donde el mercado decide qué es el individuo, donde la producción del lucro y el beneficio es lo único que importa y en que el parlamentarismo representa a la clase alta elitista. Todo lo demás es considerado totalitarismo o populismo. La segunda, el socialismo del S.XXI, un estado que es más fácil para las clases bajas y que tenga respaldo de las mayorías -a través de la compra de votos en forma de ayudas y empleo muchas veces-, una producción pública estatal en la que sin embargo sigue coexistiendo junto a la banca y el capital privado dentro de un mismo país.