Como es sabido, el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), es el creador de Podemos[1]. El pacto entre éste y Contrapoder, el grupúsculo del que proviene Podemos, se formaliza a mediados de 2011 y establece los contenidos programáticos del nuevo partido, entonces por fundar: 1) “anticapitalismo” socialdemócrata procapitalista; 2) culto al Estado; 3) feminismo e “ideología de género”; 4) inmigracionismo y racismo antiblanco; 5) islamofilia; 6) actividad legal y parlamentaria; 7) aniquilación de la libertad erótica y sexual; 8) demonización del sexo heterosexual; 9) destrucción de la familia y derrumbe de la natalidad; 10) control y liquidación del 15-M, linchando en público a los individuos “peligrosos”.

Para esto último confeccionan una lista de unas 200 personas a triturar y a expulsar del Movimiento. Entre los primeros de dicha lista me encontraba yo.

El trato con Contrapoder lo cerró el CNI con un grupo de varones, los que luego fueron los jefes de Podemos, pues había en aquél muy escasas féminas. Se les ofreció, de manera brutal y explicita, cuatro cosas: a) dinero, b) poder, c) presencia mediática y fama, d) mujeres.

Inicialmente, Contrapoder no tenía interés en el feminismo, situándose ideológicamente en la habitual misoginia de los grupos estalinistas, fascistas de izquierda. Pero el CNI impuso este punto del programa a Podemos porque el ente estatal y la clase patronal necesitaban penetrar en las masas femeninas para moldearlas conforme a sus intereses. Así pues, aquella pandilla de machistas zafios que fue Contrapoder se convirtió de golpe al feminismo radical…

En cuanto se hicieron famosos, con Podemos apareciendo día y noche en todas las televisiones, bandadas ingentes de féminas arribistas y buscavidas acudieron a los jefes de Podemos en demanda de puestos y empleos. Muchas lo hacían “ofreciéndose”, a los jefes de Podemos; sexo a cambio de cargos y presencia institucional. Esto es, de dinero. Eras las conocidas por los entendidos como “rameras feministas”.

Los perseguidos por Podemos

Unos 200 integrantes del 15-M figuraban en la lista negra confeccionada por el CNI y entregada a Podemos, en tanto que brazo ejecutor. Aquéllos vieron súbitamente convertidas sus vidas en un infierno. Yo viví esa experiencia. Lo peor vino cuando publiqué “Feminicidio, o autoconstrucción de la mujer”[2], a finales de 2012.

Este libro refuta el feminismo, mostrando que, como sistema de ideas, se reduce a una suma de tópicos, mentiras, errores, inmoralidades, ranciedades y malevolencias. Muestro, además, que se dirige contra las mujeres (también contra los varones, claro está), de manera que el feminismo, en último análisis, es un nuevo sistema ideológico patriarcal y una renovada misoginia. Todo esto ha quedado probado con la historia y el presente de Podemos.

Es, además, un modo de promover el capitalismo, robustecer al Estado, reforzar el aparato policial y sentar las bases de un nuevo fascismo, el fascismo feminista.

Los actos de terror, específicamente estalinistas-fascistas, de los jefes de Podemos contra los 200 de la lista, sirvieron también para sembrar el miedo dentro de sus propias filas, de manera que nadie se atreviera a contar lo que estaba pasando en el Partido. Así, los jefes de Podemos podían manejar sexualmente a su antojo a las masas de féminas que se les “ofrecían”.

Empero, de vez en cuando algo transcendía. Por ejemplo, se supo con qué y con cuánto remuneró el Jefe Supremo a una de sus numerosas queridas, y también se conoció que otra de ellas, luego ministra, había logrado tan lucrativo empleo gracias a sus “habilidades (sexuales) orales”.

Mientras, a mí me denigraban por “machista”, “fascista”, “machirulo”, etc.

Explota la bomba

Podemos se ha ido autodestruyendo paso a paso, pues sus embusteras promesas no podían ser cumplidas. Dentro del partido, estalla pronto la lucha por el dinero, el poder, la fama y las mujeres. Se divide y aparecen nuevas formaciones politiqueras, emergidas de él, Más País y Sumar. Pierden votos, muchos, una elección tras otra, y cunde el temor al futuro en su interior.

A eso se añade que el feminismo vende cada vez menos electoralmente. Por toda Europa los partidos feministas se están desmoronando, lo mismo que los izquierdistas. La gente de la calle ha abierto los ojos, al percibir en la experiencia el horror y la maldad que es el feminismo.

Así pues, las altas instancias del poder del Estado consideran que, a la altura de 2024, hay que cambiar de perros guardianes, esto es, de políticos y politiquería. Si hasta ahora se han servido de la izquierda y el feminismo, ahora tienen que valerse de la derecha y la extrema derecha.

En consecuencia, deciden acelerar la defenestración del gobierno PSOE-Sumar, para lo cual hacen que se publiquen las atrocidades sexuales perpetradas por el portavoz parlamentario de Sumar, antiguo Segundo Jefe de Podemos. Para dinamitar a ese partido, por tanto, para hacer inviable la continuidad del gobierno de la izquierda. El CNI, que aupó a Podemos en su día, ahora lo lanza a la basura, junto con sus herederos políticos.

Sobre dicho Segundo Jefe se arrojan todas las culpas, cuando él hizo y sigue haciendo lo que los demás jefes, violar mujeres a mansalva. Así se oculta la gran verdad, que el partido más feminista de España actúa conforme al mecanismo infernal de violación y prostitución. O, más exactamente, de prostitución y violación.

Rameras que piden ser violadas

Los jefes de Podemos y de Sumar han violado a miles de afiliadas al partido con impunidad, y lo siguen haciendo. Hace años, en un artículo, dije que el día que se conozca la realidad interna de Podemos saldrá a la luz que sus afiliadas, ultras del feminismo y feroces contra los hombres (solo contra los hombres sin poder), admiten como mera rutina que su ascenso profesional en el negocio del politiqueo se consigue “ofreciéndose” a los hombres-jefes del partido, que son los que tienen el poder efectivo, los que manejan los fondos, conceden los cargos y otorgan los empleos.

La denuncia del Segundo Jefe se hace por mandato de quien mueve desde las alturas los hilos de la política partitocrática en España, para cambiar de gobierno, y se efectúa por quienes son remuneradas con largueza por hacerlo, quizá con alguna excepción. La causa última de todo es el sistema feminista y la ideología feminista, que son neopatriarcales y neomachistas, espantosamente hostiles a las mujeres.

Dado que “empoderarse” es lo único que cuenta para el feminismo, está justificado comprar cargos con sexo. A ello se une la amoralidad de dicha ideología, al calificar de “patriarcal” y de “atadura para las mujeres” a los criterios morales y la rectitud personal. En tercer lugar, la devoción por el capitalismo es tan enorme en el credo feminista que el dinero resulta sacralizado, de modo que está justificarlo conseguirlo por los medios que sea. Estos tres elementos doctrinales hacen de cada feminista una prostituta de facto.

Carece de lógica que, en más de diez años de super jefatura impune, un sujeto tan hiper activo como el Segundo Jefe “sólo” haya violado a una decena, que son las que “denuncian”. En realidad, son cientos. Pero, ¿por qué las demás no denuncian? Porque estaban/están interesadas en ser violadas, y temen que esto salga a la luz…

Más aún, nadie puede creerse que el Primer Jefe no haya hecho lo mismo que el Segundo Jefe e incluso bastante más. Y están los demás Jefes, hasta varios cientos, cada cual exigiendo en su jurisdicción el peaje sexual para feminazis. Y ello sin olvidar a las lesbianas con poder, furiosamente violadoras.

Porque no es este o el otro caso, ni son unos pocos casos, ni el responsable es una única persona, varón. Es un sistema estructural y una ideología. De ello, y de más cosas, trataré en la segunda parte de este estudio.

(Continuará)

[1] Es verdad que esto no puede ser probado documentalmente, y también es verdad que no existen testimonios de ello. Pero del análisis lógico de toda la trayectoria de Podemos se desprende imperiosamente esta conclusión.

[2] Sin la lectura de este libro, así como de su continuación, “Erótica creadora de vida”, no puede entenderse lo que ha ido sucediendo en Podemos, Mas País y Sumar hasta el día de hoy.