Estamos ante un libro muy simpático y hermoso, además de útil y lleno de reflexiones profundas, que en una buena parte se expresan de manera implícita, por lo que sólo son asequibles a quienes hagan su metalectura.
En una primera aproximación es una obra de recetas culinarias. Pero no de alimentos más o menos vulgares sino de algunos bien especiales: bellota, castaña, hierbas silvestres, hierbas aromáticas y medicinales, algas. Nada menos.
En la cuestión de la bellota la autora, Dawamoru, hace una revolución, pues convierte su recolección, conservación, desamargado y consumo en una actividad sencilla y hacedera. Esta mujer ha logrado algo maravilloso, sintetizar el aprovechamiento de ese ancestral fruto arbóreo en unas reglas tan bien pensadas y experimentadas que hasta el más pánfilo e ignorante urbanita puede realizaras, eso sí, una vez que logre diferenciar una bellota de una caca de perro sobre la acera.
Superada esta dificultad todo va sobre ruedas, porque con el libro de Dawamoru podrá hacer café de bellota, pan de bellota, galletas de bellota, bechamel de bellota, pizza de bellota, etc., sin olvidar la tortilla de hierbas y harina de bellota. Echo a faltar la horchata de bellota, tan refrescante, pero estoy seguro que aparecerá en la siguiente edición del libro.
Os puedo asegurar que el pan de bellota que hace Dawamoru y su gente es extraordinario, no sólo por el sabor y la textura sino quizá más por el olor.
Con la castaña, no menos entrañable y milenaria, tenemos algo similar. Hay recetas de leche, queso untable, puré, tarta, macarrones, trufas y algunas más, ¡toda una revolución castañil! Con ello volveremos a alimentarnos como nuestros ancestros, para ser tan fuertes y auténticos como ellos, para tener su sentido de la dignidad, el autorrespeto, la rotundidad moral, la ausencia de sexismos, la voluntad de amar y la capacidad de resistir a la tiranía estatal.
En lo de las hierbas silvestres la cosa es no menos magnífica. Comienza el capítulo explicando por qué hay que consumirlas. Al leerlo se me han saltado las lágrimas, porque por fin empezamos a salir de la locura y la perversidad en que nos hundió la agricolización, la vida en las ciudades y la estupidización de la modernidad para ir recuperando la sensatez, la alegría de vivir, el empuje y el autodominio. En esta sección admito francamente mi debilidad por tres recetas, el arroz con carnicera y nabiza, las patatas con ajo silvestre y el mijo con pamplinas y pimientos de Padrón.
El apartado de hierbas aromáticas y medicinales ofrece maravillas como la sopa de recuerdo, ajo y romero, o la salsa de melisa. Atención a las sopas, son excelentes, pueden conservarse con facilidad varios días y proporcionan el tipo de alimento temperado, sabroso, con ingredientes directamente tomados de la naturaleza y fácil de hacer que se necesita en una sociedad libre, autogobernada por asambleas, con libertad de conciencia, fraternidad como cosmovisión y autogestión.
En la sección de algas tenemos más sopas, la sopa marina por ejemplo, o la calabaza con algas, que se puede dejar abundante en caldo.
Incluye, además recomendaciones sobre cosméticos, ungüentos y sales de baño. Por tanto, es un libro muy completo.
Los productos agrícolas no son negados, como es de sentido común, pero sí relegados a un segundo plano. Lo que Dawa ofrece es una alimentación en que los alimentos silvestres sean lo principal, y los cultivados lo secundario. De ese modo la naturaleza comienza a liberarse de los daños inherentes a la agricultura, la deforestación, erosión, destrucción de los suelos, reducción de la pluviosidad y cambio climático.
Dawamoru, o sea, Dawamoru Fernández Urdangarin, ha escrito un libro con reflexiones bastante profundas de fondo. Una es el cuestionamiento de la agricultura, otra de la vida en las ciudades, una tercera de la alimentación artificial e industrial, que nos está devastando. El ir hacia adelante es, hoy, en buena medida marchar hacia atrás, volver, regresar. Eso lo he expuesto en una fórmula tan sencilla como el manejo de la bellota que el texto preconiza: unir tradición con revolución, porque la tradición sin revolución se hace mera reacción pero la revolución sin tradición acaba en fascismo.
Ahora cuando no tenemos ya ni tradición ni revolución, ¿qué podemos hacer? Muy buena pregunta, y dado que hallar la respuesta es bastante arduo os animo a que, con el fin de haceros fuertes en lo físico (la fortaleza, si se usa para el bien, es una virtud y un deber), pongáis mano a la obra con las recetas de Dawamoru, mientras aclaramos esa peliaguda cuestión.
La revolución integral también es una revolución en la relación con la naturaleza y en la forma de alimentarnos. No es sólo política. No somos ni politicistas ni mucho menos politiqueros. Es el todo finito lo que tiene que ser cambiado, y al hacer esta alteración radical hemos de conservar aquello que de bueno tiene el pasado, a la vez que innovamos y creamos lo nuevo con audacia.
Así viviremos como han de hacerlo los seres humanos con una perspectiva temporal que incluye el pasado, presente y futuro, no como ahora que el pasado nos es negado, el presente absolutizado/aniquilado y el futuro convertido en inexistente. Necesitamos ser seres de la totalidad de lo temporal, personas integrales en vez de penosas criaturas mutiladas, sujetos nada de la hiper-modernidad estatal y capitalista.
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Gracias, pues, Dawamoru. Habrá que conseguir tu libro.
También me comprare alguno de Rodrigo Mora.
Comienza por conseguir Democracia y el triunfo del estado. Un texto largo y a veces dificultoso(más por el atípico estilo de FRM, que por la claridad de lo que se argumenta en él, que es transparente)pero revelador al ciento por cien.
Que lo disfrutes y un saludo.
Por cierto, la expresión "toda una revolución castañil"… jajaja, que simpática y hermosa. Felicitaciones.
Hola Félix,
Que buena noticia al leer este articulo. Voy a buscarlo y cuando pueda comprar o alquilar.
un saludo!
Cada vez que te leo Felix me entran ganas de tirar de la cadena para quitarme de encima todo lo innecesario. buff
Donde puedo comprar el libro Dawamoru en Barcelona, lo sabes ?
En Barcelona no sé pero la autora deja un contacto, dawamoru2012@gmail.com.
Si le escribes, dale, por favor, muchos recuerdos de mi parte.
Félix
Gracias Felix, acabo de mandarle un e-mail a Dawamoru, espero me conteste.
Gracias, ¿ cuando vienes a Barcelona ?
Un abrazo
Enric