El “Manual para una revolución integral comunal” está disponible. En dos tomos. Lo ha publicado Editorial Bagauda.
Antes que nada, quiero agradecer a dicha editorial el trabajo múltiple y arduo que ha efectuado con él. Ha ordenado el original, lo ha dividido en capítulos y subcapítulos, me ha sugerido algunos cambios, que he aceptado, ha dotado a cada tomo de un “Índice de contenidos” fundamental para el uso del Manual como obra de consulta, ha añadido a cada volumen un “Glosario de obras referenciadas”[1], ha diseñado la portada y contraportada y ha hecho la corrección de erratas. Todo un esfuerzo descomunal, dado el inusual tamaño de la obra, 830 páginas.
El Manual es un libro para un tiempo concreto, éste, el que vivimos. En él concurren el descrédito de las ideologías y distopias decimonónicas, meros productos de desecho de las revoluciones liberales, estatales y capitalistas, ya contundentemente refutadas en la experiencia, con la progresiva descomposición global del sistema político y social imperante y la profundización de la degradación planeada del ser humano.
El final de las distopias y, en general, de todo el sistema de ideas urdido por las citadas revoluciones/contrarrevoluciones, del que han resultado las sociedades actuales, deja un vacío teorético e interpretativo, reflexivo y discursivo, que el Manual desea contribuir a llenar.
La decadencia múltiple en desarrollo del régimen económico, del capitalismo en su etapa senil, del régimen político liberal-constitucional, así como de las relaciones internacionales, abocadas a una nueva guerra mundial interimperialista, nos lleva hacia una situación de desplome y putrefacción de las sociedades contemporáneas, que en unas circunstancias determinadas puede devenir en situación revolucionaria, en posibilidad de una gran transformación global.
Las sociedades actuales están agotadas y en agonía, su tiempo de existencia se ha terminado, tendencialmente. Ello demanda, y a la vez hace posible, sustituirlas por otras, cualitativamente diferentes. Por eso el Manual es, ante todo, propositivo, mucho más que crítico. Ofrece un holístico proyecto y un programa a realizar, además de una estrategia.
Todo ello sin olvidar la trituración, efectuada desde las alturas del poder/poderes, del ser humano, nadificado y envilecido hasta lo indecible por la acción estatal, la inmoralidad impuesta desde el poder, el trabajo asalariado, el sistema educativo, el régimen mercadotécnico y la industria del ocio. El ser persona, el vivir y existir como ser humano, conoce hoy una crisis aguda y creciente, que el Manual desea contribuir a comprender y a superar, de ahí que su sección quinta lleve por título “La revolución personal”. Porque no hay transformación social sin transformación personal, y viceversa.
Así pues, el Manual se ocupa de la revolución en las ideas, la revolución de la sociedad, la revolución moral y la revolución personal. Con una finalidad a la vez analítica y práctica, pues su propósito es transmutar la realidad cualitativamente, cuando la crisis del sistema alcance un máximo, acontecimiento magnífico y grandioso que debe ser preparado y organizado desde ahora.
La meta es constituir una nueva sociedad y un nuevo ser humano, conforme al principio de fusionar tradición con revolución. Por eso la referencia incluso en el título al comunal, a la sociedad comunal. Esta debe entenderse en toda su trayectoria temporal, la que fue, la que existe todavía, ya muy degenerada y al borde de su total desaparición, pero sobre todo la que existirá, la que construiremos conforme a las condiciones del siglo XXI.
El Manual puede manejarse como obra de consulta, pero también admite una lectura continuada, demandando en cualquier caso su estudio. No es una mera recopilación de mis textos anteriores, ni mucho menos, pues en él predomina lo nuevo, teniendo numerosas aportaciones creativas, que hasta ahora no había efectuado, bastantes de ellas decisivas. Culmina mi tarea de tantos años de creación y construcción de ideales e ideas.
[1] El libro no tiene citas a píe de página. Es una exposición fluida y directa que pone el acento en lo diferente y singular de los contenidos. Por eso, dicho glosario resulta apropiado.