El asesinato con tortura de una mujer por la policía religiosa iraní ha originado un levantamiento popular masivo en Irán, que está ocasionando docenas de muertos, cientos de heridos de bala y miles de detenidos, apaleados y torturados. Una vez más, las calles arden contra el islam teocrático y ultra fascista, patriarcal, oligárquico, pro-capitalista, torturador y criminal. 

 

Los pueblos sometidos al Estado clerical iraní tienen que llevar adelante su lucha hasta la revolución, sin quedarse atrapados por propuestas «intermedias». Un punto del programa revolucionario es la separación total entre política y religión y el juicio por tribunales populares de los clérigos que ocupan puestos estatales y empresariales en el presente. Estos tiene que ser sometidos a la justicia popular por sus crímenes colosales, terribles, sádicos e ilimitados.

 

Otro punto del programa revolucionaria ha de ser la libertad de crítica al islam, para ir desmenuzando lo que es esta religión, que ahora está manifestando su verdadera naturaleza en Irán. Hoy internet rebosa de critica y denuncias del islam, muchas en árabe, que conoce una situación de repliegue, confusión y retirada en todo el mundo.

 

En todo el mundo menos en España, donde Podemos, esa carroña política pro-capitalista, neo patriarcal y fascista de izquierda, siguen defendiendo al régimen iraní, aunque ya no se atreve a hacerlo de manera explicita, limitándose a establecer una censura que lo preserve. Lo hace porque es su modelo a imponer en España, con ellos ejerciendo de clero islámico todopoderoso, y con la leve modificación de establecer un sistema neo patriarcal donde en Irán es simplemente patriarcal. Las prostitutas políticas y no-políticas de Podemos también conocerán el actuar de los tribunales populares revolucionarios.

 

En Cataluña es el partido fascista «independentista» ERC el que está empeñado en islamizar al pueblo catalán. Estos canallas españolistas, que actúan a las órdenes del gobierno de Madrid y del ejército español, no dejan pasar un sólo día sin lamer el trasero en público a los islamofascistas. El pueblo catalán tiene que alzarse contra ellos, así como poner en su sitio a los falsificadores de la historia de Cataluña y de los Países Catalanes, victimas durante siglos de la violencia y el terror de los musulmanes norteafricanos, desde el siglo VIII al XIX. Hay que contar la historia verdadera de las matanzas de catalanes, cientos de miles y probablemente millones, que hace el islam en la Edad Media, así como de las capturas de cientos de miles de esclavos (sobre todo esclavas) y quizá millones, que realizan los piratas berberiscos musulmanes durante siglos en el País Valenciano y las Baleares, contra las cuales el pueblo valenciano y el pueblo de las Illas Balears se armó y combatió al islam terrorista, esclavista, ultra machista y criminal durante siglos, hasta derrotarlo. Ellos nos marcan el camino a seguir.

 

Así pues, hay que solidarizarse con los pueblos de Irán, hay que denunciar al islam criminal y hay que hacerlo en la calle.